Carina y Andrew Deluca nacieron en Italia, cuando sus padres se separaron su mamá se mudó a Estados Unidos llevándose al pequeño Andrew. Mientras que Carina se quedó en Italia con su padre. Desde pequeños siempre fueron muy unidos y eso no cambió en lo absoluto cuando se separaron, cientos de kilómetros los separaban físicamente, pero siempre mantuvieron una conexión, se llamaban casi a diario, se escribían y hacían videollamadas frecuentemente para saber todo lo que pasaba en sus vidas. En vacaciones de verano o para las fiestas de fin de año, usualmente alguno de ellos viajaba a visitar al otro por unos días, pero desde que Carina empezó la universidad y luego Andrew también no les quedaba mucho tiempo libre para viajes y únicamente se veían de vez en cuando a través de una pantalla.
Andrew iba terminando su primer año de universidad mientras que Carina no estaba lejos de finalizar su carrera en una de las academias de danza más importantes de Italia. Como parte de su formación, este año Carina realizaría un intercambio y asistiría a una de las academias más prestigiosas de Estados Unidos. Carina estaba muy emocionada, no solo podría mejorar sus habilidades en la danza, sino que estaría muchísimo más cerca de su hermano. Mientras empacaba se puso a imaginar en todo lo que harían juntos, después de tanto tiempo que llevaban separados. Al inicio Carina se quedaría unos días con él, mientras encontraba un sitio donde vivir. Andrew le dijo que podía quedarse el tiempo que quisiera, pero según Andrew le había dicho el espacio no era muy grande, solo contaba con dos habitaciones y Andrew ya tenía una compañera de cuarto. Así que decidió que era mejor si encontraba un lugar para ella sola, pues no quería incomodar.
Carina había tomado un taxi hasta la dirección que Andrew le había escrito. Pero antes decidió parar en una cafetería que estaba cerca y luego caminaría hasta donde vivía Andrew. Con lo emocionada que estaba, al momento que el taxi se detuvo salió disparada, sin darse cuenta de que alguien iba pasando se tropezó, provocando que la chica derramara el café sobre Carina.
- ¿Qué demonios? ¿Por qué no te fijas? Gritó mientras veía su blusa cubierta de café.
- ¿Yo? Tú eres quién salió disparada de ese taxi sin prestar atención a su alrededor.
- Mi primer día en esta ciudad y ya empezó mal. Nadie me advirtió que la gente aquí fuera tan insoportable. Dijo Carina molesta.
Cuando Carina levantó la mirada se topó con los ojos más hermosos que había visto en su vida, de un color azul como el océano y tan brillantes que podían iluminar cualquier habitación. Sus miradas se cruzaron por un segundo, hasta que la chica volvió a hablar.
- Lamento mucho que tu día vaya mal, pero voy tarde a clases y no puedo quedarme a escuchar tus lamentos. Suerte con esa mancha. Dijo con una sonrisa algo burlona mientras continuaba con su camino.
Carina estaba tan molesta que solo agarró sus maletas y se fue directo a dónde su hermano. Cuando Andrew abrió la puerta notó a Carina con la blusa cubierta se café y una cara de furia que asustaba a cualquiera.
- ¿Qué pasó contigo? Dijo Andrew mientras fruncía el ceño.
- Hola Carina ¿Cómo estás? ¿Qué tal estuvo tu viaje? Sí, yo también te extrañé. Dijo Carina imitando la voz de Andrew mientras entraba a su casa.
- Perdón, ven aquí. Dijo Andrew dándole un abrazo a su hermana. - ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo el viaje? ¿Y por qué Tienes café encima?
- El viaje estuvo bien, pero cuando bajé del taxi una extraña se chocó conmigo y me tiró el café encima. Y ni siquiera tuvo la decencia de pedir perdón, una molestia total.
- Tranquila. ¿Por qué no te cambias y yo te ayudó a llevar esto a la habitación? Dijo mientras tomaba las maletas de Carina y la guiaba hasta su habitación.
- Gracias. ¿Y tú cómo has estado? ¿Qué tal la vida de universitario?
- Bien. Tengo muchísimo trabajo, pero todo va bastante bien.
- ¡Que bien! Me alegro mucho por ti fratellino. Dijo Carina mientras despeinaba el cabello de Andrew, así como cuando eran pequeños, provocando que este se riera.
Después de cambiarse y desempacar algunas de sus cosas. Carina y Andrew se encontraban platicando en el sofá de la sala, mientras veían su serie favorita.
- ¡Muero de hambre! Dime por favor que tienes algo que comer en esta casa. Dijo Carina mientras se levantaba del sofá y se dirigía a la cocina. – ¿Desde cuándo eres tan saludable? Aquí solo hay barras de proteína y cosas verdes.
- ¡Oh, no toques eso! Gritó Andrew desde el sofá. Son las cosas de Maya, es bastante estricta con lo que come y si regresa y ve que alguien tocó su comida se va a molestar. Si quieres podemos salir a comer o si estás muy cansada pedimos algo.
- Está bien, podemos salir, me muero por conocer más este lugar.
Los hermanos salieron a cenar y se pusieron al día contodas las noticias y aspectos de sus vidas. Hablaron de todo, la universidad,su vida amorosa, cómo estaban sus padres y hasta recordaron su infancia. Cuandoempezó a anochecer decidieron volver al apartamento de Andrew, al llegar Carinanotó dos pares de zapatos en la entrada, pero no le dio mucha importancia deseguro eran de la compañera de cuarto de Andrew así que volvieron a acomodarseen el sofá y continuaron viendo su serie favorita. Extrañamente Carina nolograba concentrarse para nada en la serie, tenía clavada en la mente la imagende la chica del café no lograba dejar de pensar en esos ojos azules queresaltaban aún más por su cabello rubio, aunque la llenaba de rabia recordarsede la forma en que la chica le habló y además ni siquiera le había ofrecido unadisculpa. Estaba dándole vueltas al asunto cuando escuchó unos ruidos queprovenían de la otra habitación, sacándola por completo de sus pensamientos.
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My brother's roommate
Fanfiction¿Qué pasa cuando descubres que la compañera de cuarto de tu hermano no es lo que esperabas?