En el apartamento las chicas estaban acurrucadas en el sofá viendo una película e intercambiando besos de vez en cuando, rápidamente las cosas de tornaron más apasionadas.
- Carina, detente. Susurró Maya.
- ¿Por qué? Preguntó Carina, sin detener el camino de besos que estaba dejando en el cuello de la rubia.
- Regla de las tres citas. Añadió Maya entre gemidos.
- ¿Es en serio? Exclamó Carina sorprendida, deteniendo por completo sus movimientos.
- Sí, te dije que quería hacer las cosas bien así que tendremos que esperar. Dijo Maya decidida.
- Ok. Dijo la italiana.
- ¿Ok? Preguntó la rubia confundida.
- Sí, ok. Añadió Carina, dejando su lugar en el sofá para ir a la cocina por un vaso de agua.
Hubo un momento de silencio mientras la italiana estaba en la cocina que hizo que Maya se preocupara y pensara que Carina estaba molesta.
- ¿Tienes planes mañana después de clases? Preguntó Carina rompiendo el silencio y sacando a Maya de su pequeña burbuja de preocupación.
- No, ¿por qué? Dijo Maya regresando su vista hacia donde estaba Carina.
- Ahora los tienes, prepárate para nuestra segunda cita Maya Bishop. Exclamó Carina entusiasmada mientras regresaba a su lugar en el sofá.
Maya únicamente sonrió, dándole espacio a Carina para acurrucarse de nuevo entre sus brazos. No podía esperar a que la siguiente cita llegara.
Siguiente día............
- ¿Estás lista? Preguntó Carina extendiendo su mano hacia Maya.
- Más que lista. Respondió Maya emocionada mientras tomaba la mano de la italiana.
- No puedo creer que nunca hubieras hecho esto antes. Dijo Carina sin soltar la mano de la rubia.
- Yo tampoco, pero mi papá no nos dejaba hacer muchas cosas que involucraran diversión. Dijo Maya en un tono triste.
- Bueno, pues me alegra ser yo con quien compartas tu primera vez. Dijo Carina con una enorme sonrisa que plantó inmediatamente una sonrisa igual en el rostro de la rubia.
Por ser un día entre semana el lugar estaba casi vacío, así que las chicas tenían la pista de patinaje completa para ellas solas, bajo las luces de colores y la música de fondo. Maya aferrada a la mano de la italiana, logró moverse por la pista lentamente. Después de un par de minutos entre risas, bromas y Carina dando vueltas como experta entre la pista al ritmo de la música, Maya decidió que era momento de soltarse y hacerlo sola.
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- Creo que estoy lista para intentarlo sola.
- ¿Estás segura?
- Cien por ciento. Afirmó Maya emocionada.
- Ok, adelante. Dijo Carina, motivando a la rubia.
Carina lentamente soltó la mano de Maya dejando que estasiguiera sola su destino hacia el final de la pista. Al ver la felicidad en elrostro de la rubia, Carina no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. Maya lucíacomo una niña que acababa de recibir su juguete favorito en navidad. Al llegaral final de la pista Maya ágilmente dio un giro y regreso al lado de laitaliana, sus ojos tenían un brillo que reflejaban la felicidad que la chicaestaba sintiendo en ese momento.
- ¡Lo hiciste! Exclamó Carina emocionada mientras recibía a la rubia entre susbrazos.
- Sí, tuve una increíble maestra. Añadió Maya con un guiñó.
- Mhmmm, tal vez esa increíble maestra debería recibir un premio por su increíbletrabajo. Añadió Carina en un tono seductor.
- ¿Eso crees?
- Sí. Afirmó Carina.
- Ok. Dijo Maya mientras reducía la distancia entre ellas para unir sus labiosen un pequeño pero tierno beso.
- El mejor premio. Dijo Carina dejando otro pequeño beso en los labios de larubia. – Ahora, vamos que muero de hambre. Añadió, mientras tomaba a Maya de lamano y la guiaba hacia su siguiente destino.
- De nuevo, ¿cuál es el nombre de este? Dijo Maya señalando el postre en susmanos.
- Panna cotta. Es un postre a base de nata. Sonrió Carina viendo el rostro deMaya mientras saboreaba una variedad de postres italianos.
- ¡Está muy bueno! ¿Y este? Preguntó mientras le daba una mordida al siguientepostre.
- Sfogliatelle, es a base de hojaldre, relleno de ricota, fruta confitada,crema pastelera y sémola.
- Ok, todos estaban deliciosos, pero definitivamente mi favorito es eltiramisú. Sonrió Maya. – ¿Cómo lograste todo esto? Preguntó Maya, refiriéndoseal hermoso picnic que Carina había preparado para ellas, en un pequeño parquealejado del ruido de la ciudad. Carina quería mostrarle a Maya un poco de lacultura de su país a través de su comida, por lo que preparó un picnic con unavariedad de platillos y postres italianos.
- Me encantaría llevarme todo el crédito por esto, pero como lo habrás notadola cocina no es mi fuerte. A menos que sean tostadas francesas, esas realmenteme quedan bien. Dijo Carina acompañada de un guiño. – Conozco un lugar, lespedí que prepararan todo esto, es casi tan buena como la comida de Italia.
- Ciertamente lo es. Añadió Maya mientras probaba otro bocado del deliciosotiramisú.
- Me alegra que estes disfrutando la cita. Sonrió Carina.
- ¿Disfrutando? Esta cita es de lasmejores cosas que me ha pasado en la vida. Añadió Maya con una sonrisa.
- Solo estás siendo amable. Dijo Carina tímidamente.
- Es cierto Carina. Respondió Maya rápidamente tomando la mano de la italiana.– Toda mi vida viví preocupada por la opinión de mi padre. No podía hacer nadaque incluyera diversión, mucho menos comer algo con azúcar. Si él me vieraahora mismo, se volvería loco. Rio Maya. – Crecí pensando que no merecía nadade eso, que si me divertía o disfrutaba los placeres de la vida lodecepcionaría. Encontré el valor para alejarme de él, pero muy dentro de mí aúnescucho cada una de sus palabras y aunque trato de no darle poder a esa vozdentro de mi cabeza en ocasiones sus palabras aún me afecta. Pero contigo, esavoz dentro de mi cabeza desaparece. Contigo todo es diferente, siento que puedoser yo misma y vivir, divertirme y disfrutar de todo lo que la vida me ofrece. Aquí,contigo, me siento libre Carina. Así que sí, estoy disfrutando esta cita, asícomo disfruto cada momento junto a ti. Añadió Maya, para luego tomar el rostrode Carina entre sus manos y juntar sus labios apasionadamente.
Me ecanta patinar, así que pensé que sería una linda cita 😉
Por cierto, gracias por sus likes y comentarios realmente los aprecio.
