12.

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Al día siguiente Carina notó a Maya dando vueltas por la sala con el celular en sus manos, no quería molestarla así que silenciosamente caminó hacía la cocina sin ser notada por la rubia que seguía peleando con el aparato. Mientras preparaba su café escuchó como Maya murmuraba lo mismo una y otra vez. – Vamos Mason contesta, contesta por favor. Demonios Mason en dónde te metiste que no me contestas.

Maya estaba tan entretenida tratando de localizar a su hermano que no notó la presencia de Carina, ni cómo su rostro cambió por completo al volver a escuchar ese nombre "Mason".

- Así que, ¿qué pasa con este chico Mason? Preguntó Carina por una parte queriendo romper el silencio entre ellas y por otra intrigada por saber quién era y por qué a Maya parecía importarle tanto.

Maya seguía sin notar la presencia de Carina, mientras la llamada entraba por milésima vez a buzón de voz.

- Ok, este misterioso chico debe ser muy importante para que me ignores así. Añadió Carina al notar el silencio de Maya.

- Perdón, ¿qué dijiste? Estaba algo ocupada por aquí. Respondió Maya señalando ligeramente su celular. Al fin había notado la presencia de la italiana, pero no había escuchado su comentario.

- Nada. Dijo Carina en un tono algo molesto evitando la mirada de Maya. Carina no quería sonar molesta, pero no pudo evitarlo al pensar que Maya tal vez estaba saliendo con este misterioso chico Mason mientras a ella la ignoraba por completo.

- ¿Por qué estás molesta? Preguntó Maya al notar el tono de Carina.

- No lo estoy. Respondió rápidamente Carina, aunque seguía distante y evitando ver a Maya a los ojos.

- Ok. Comentó Maya y volvió a poner toda su atención en su celular, molestando aún más a la italiana.

Carina seguía en la cocina y cada vez que Maya veía el celular la intriga crecía y crecía así que volvió a preguntar.

- Así que ese chico es tu novio o algo? Preguntó sin verla a los ojos, nerviosa por la respuesta.

- ¿A qué te refieres? ¿Qué chico? Preguntó Maya confundida.

- Este chico misterioso, Mason, sigues llamándolo una y otra vez y repitiendo su nombre todo el tiempo. ¿Pasó algo entre ustedes?

- No, no es nada. Respondió Maya rápidamente, tratando de evitar el tema. Nunca hablaba sobre Mason o su familia porque era un tema complicado y no pensaba tocarlo en este momento ni siquiera con Carina.

- Puedes hablar conmigo, lo sabes. Insistió Carina.

- No quiero hablar. Añadió rápidamente Maya molesta por la insistencia de la italiana.

- ¿Estás segura? De nuevo insistió Carina.

- Carina, detente. Gritó Maya.

- Ok, solo estaba tratando de actuar como tu amiga y me preocupas Maya.

- Bueno, pues necesitas parar, en realidad tú y yo no somos amigas, solo eres la hermana de mi compañero de cuarto. Y lo que pasé con mi vida no es asunto tuyo. Gritó de nuevo Maya, incapaz de contener la molestia que crecía en su interior por mostrar vulnerabilidad frente a Carina.

- Ok, no necesitas ser tan grosera. Respondió Carina molesta.

- Y tú no necesitas entrometerte en mi vida. Gritó de nuevo Maya.

- Solo trataba de ayudar.

- Pues no necesito tu ayuda.

- Perdón por creer que la perfecta Maya Bishop podría necesitar ayuda, estaba tan equivocada.

Carina estaba molesta y herida por las palabras de Maya, había llegado a creer que entre ellas había algo especial, pero ahora parecía que todo era producto de su imaginación y para Maya ella no era alguien importante. Así que lentamente se dio la vuelta para alejarse de la rubia.

- Detente. Gritó Maya al ver que se alejaba.

- Ya escuché suficiente Maya. Respondió Carina viéndola a los ojos, era evidente que estaba herida. – Fui una estúpida al creer que podríamos llevarnos bien.

Cuando Carina dio la vuelta de nuevo para alejarse, Maya corrió a su lado sujetándola suavemente del brazo para evitar que se moviera.

- ¿Qué haces? Déjame ir. Dijo Carina confundida por las acciones de la rubia.

- Lo siento. Susurró Maya, mientras veía a Carina directo a los ojos. Su rostro reflejaba tristeza y arrepentimiento y sus ojos suplicaban perdón. – He actuado como una idiota.

- Sí, lo haz hecho. Confirmó Carina aún molesta. – ¿Puedo irme ahora? Añadió mientras trataba de soltarse del agarre de la rubia. Maya inmediatamente apretó aún más su agarre impidiendo que Carina se moviera e inclinó su cuerpo ligeramente reduciendo el espacio entre ellas.

- No lo dije en serio, eres más que solo la hermana de Andrew. Murmuró Maya acercando su cuerpo aún más al de la italiana, mientras ella permanecía petrificada en el mismo lugar. – Puedes perdonarme, ¿por favor? ¿Podemos ser amigas?

Carina sintió inmediatamente como la piel se le erizaba al sentir a Maya tan cerca, en ese momento se quedó sin palabras, incapaz de responder a la pregunta de la rubia que al notar el silencio de Carina disminuyó aún más la distancia. Las dos permanecieron en silencio, sus rostros estaban tan cerca, sus narices se rozaban suavemente y podían sentir como sus respiraciones se agitaban con el paso del tiempo. Parecía que ambas estaban hipnotizadas, perdidas en la mirada de la otra, se habían trasladado a otro mundo en el que solo existían ellas dos y nada más importaba. La magia del momento desapareció de repente, cuando el sonido de unos golpes fuertes en la puerta invadió la habitación y una voz del otro lado llena de furia exigía entrar. 

My brother's roommateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora