Feliz jueves sin S19, solo faltan tres meses más
Capítulo corto y un poco sexy.
- ¡Sí! ¡Oh sí! Mmmm ¡Sí! Gemía suavemente Carina
Mientras la rubia estaba petrificada en la habitación observando atentamente los movimientos que la italiana hacia entre sus piernas, como su boca se abría ligeramente para emitir gemidos de placer y como las venas alrededor de su cuello sobresalían cada vez que arqueaba la espalda de placer.
- Mmmm ¡Sí! ¡Sí! ¡Se siente tan bien!
Maya estaba babeando, la humedad entre sus piernas era cada vez más notable y cada gemido que escuchaba provocaba que la piel se le erizara. Tenía los pezones duros de tanta excitación y estaba segura de que podría tener un orgasmo ahí en cualquier momento, sin siquiera tocarse, únicamente disfrutando del placer que le causaba ver a Carina en ese momento.
- ¡Sí Maya! Mmmmm MAYA, MAYA!
Y esa fue su señal, no podía seguir ahí parada sin hacer nada, necesitaba a Carina, necesitaba sentirla, cada centímetro de su piel anhelaba estar cerca de ella. Y escucharla gritar su nombre, aunque la rubia no estuviera tocándola, fue la señal que necesitaba para salir de ese trance y aproximarse lentamente hacia ella.
Carina estaba en las nubes, desde la noche anterior no podía dejar de imaginar a Maya en ese vestido, como resaltada cada una de sus curvas, como cada vez que bailaban sus cuerpos se rozaban lentamente y Carina aprovechaba para recorrer con sus manos cada centímetro de piel expuesta. Nunca antes había sentido la necesidad de estar con alguien como lo hacia con Maya. Carina anhelaba sentir cada centímetro de piel de la rubia, anhelaba ser acariciada por ella y en ese momento cada parte de su cuerpo gritaba por Maya. Oh, como deseaba que fuera ella quien estuviera entre sus piernas y no su pequeño amigo rosa, pero la rubia estaba petrificada, con la boca abierta observando cada uno de sus movimientos, sin atreverse a acercarse a la italiana. Así que Carina decidió acelerar un poco los cosas e hizo lo que estaba segura de que provocaría a la rubia.
- ¡Sí Maya! Mmmmm MAYA, MAYA! Gritó mientras aceleraba el movimiento entre sus piernas.
- Eres tan mala. Susurró la rubia al oído de Carina, después de haber salido de su trance y haberse acercado al lado de Carina. – Tal vez sea yo quien te castigue ahora. Añadió rodeando la muñeca de Carina con su mano para detener por completo sus movimientos.
Carina abrió inmediatamente los ojos, feliz por sentir a Maya cerca, pero frustrada porque había detenido el placer entre sus piernas.
- Maya, por favor. Suplicó, mientras movía las caderas en busca de contacto.
- Ahora que lo pienso me lo debes. Susurró Maya mordiendo suavemente el lóbulo de su oreja. - Tú fuiste quien pasó provocándome toda la noche de ayer. Continuó con sus mordidas. - Acariciándome bajo la mesa, rozando tu cuerpo con el mío mientras bailábamos, acariciando cada centímetro de mi piel. Yo debería ser quien te castigue. Remarcó la rubia.
- ¡Maya! Maya, por favor. Suplicó de nuevo Carina.
- ¿Qué quieres? Que suelte tu mano, para que continues con esto. Dijo Maya, soltando lentamente el agarre de la muñeca de la italiana.
- ¡No, no! Maya, por favor. Respondió rápidamente Carina, colocando su mano libre sobre la mano de Maya.
- Dime, ¿qué quieres Carina? Insistió la rubia.
- A ti, te quiero a ti Maya. Exclamó la italiana. – Tócame, tócame por favor.
- Tus deseos son ordenes Deluca. Murmuró Maya, soltando inmediatamente la mano de Carina para penetrarla suavemente, provocando que la italiana soltara un grito de placer.
- ¡Sí! ¡MAYA! Exclamó la italiana, rodeando la nuca de la rubia para acercar sus labios en un apasionado beso.
- Eres tan sexy cuando gritas mi nombre. Susurró Maya después de soltar los labios de Carina con un ligero mordisco.
- ¡MAYA! ¡MAYA! No pares, por favor.
- Nunca. Añadió la rubia acelerando el movimiento de sus dedos mientras descendía lentamente para estimular con su lengua el clítoris de Carina.Las caderas de la italiana se movían al ritmo delos dedos de la rubia, provocando que cada movimiento desatara una corriente enel cuerpo de Carina. Tener a Maya entre sus piernas era definitivamente una desus visiones favoritas. Carina bajó la mirada para toparse con esos ojos azulesque tanto adoraba viéndola fijamente, llenos de pasión y deseo y cuando larubia le dio una sonrisa pícara acompañada de un movimiento más profundo de susdedos, fue suficiente para que Carina arqueara la espalda por completo soltandoun gemido de satisfacción al alcanzar su tan esperado orgasmo.
- ¡Dios! Eso fue increíble. Exclamó Carina cuando recuperó el aliento.
- Eresuna tentación lo sabías. Añadió Maya acomodándose al lado de Carina.
- ¿Yo? Exclamó Carina ofendida. – Tú eres la tentación Maya Bishop, con ese vestido,resaltando todo esto. Añadió señalando el cuerpo de la rubia. – No se cómo puderesistir toda la noche.
- Creo que hubo un par de cosas que contribuyeron a eso. Añadió Maya bajando lamirada al recordar como se tornaron las cosas la noche anterior y que todavíatenían una charla pendiente.
- No pienses en eso ahorita. Dijo Carina levantando el rostro de la rubia paraverla a los ojos. – Ahora mismo solo somos tú y yo. Añadió mientras se colocabaa horcajadas sobre la rubia. - Y voy a disfrutar de este cuerpo que me estuvotentando toda la noche. Besó delicadamente su cuello. – Y luego hablaremos ytodo estará bien ya verás. Terminó con un beso en los labios de la rubia.
- ¿Lo prometes? Susurró Maya.
- Lo prometo. Afirmó Carina antes de atacar de nuevo los labios de la rubia.
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My brother's roommate
Fanfiction¿Qué pasa cuando descubres que la compañera de cuarto de tu hermano no es lo que esperabas?