En pocos minutos estuvieron todos listos y preparados para aquella excursión que había preparado Camino. No era nada realmente del otro mundo. Era un paseo por aquel paraje para subir una pequeña montaña y poder ver desde allí uno de los paisajes que más le gustaban a Camino, el pueblo rodeado por todos aquellos campos verdes. Estaba claro que la chica sentía adoración por aquel pueblo y así se lo hacía saber a todos sus amigos.
Con ropa cómoda y alguna que otra mochila al hombro emprendieron aquella excursión. Al principio iban todos en un mismo grupo, pero, al cabo de algunos minutos y cuando el camino comenzó a estrecharse se fueron separando. Ildefonso iba delante con Camino, seguidos de cerca de una Maite que no hacía más que poner muecas a cada gesto del chico. Tras ellos Lolita, que veía la reacción de Maite y no entendía absolutamente nada, junto con Rosina y al final el resto de los compañeros.
I: Entonces dices que las vistas son geniales – decía mientras ayudaba a Camino a pasar por un pequeño saliente.
C: Sí ya las verás, seguro que os gustan – dijo mirando hacia atrás un segundo.
M: Camino, por favor – pidió seria – mira para adelante que te vas a caer – "y a ver si así el tontolaba este deja de meterte mano", pensó para ella misma.
C: Ya queda poco – anunció.
Y, como bien había dicho, al poco tiempo llegaron por fin a la colina. Cada uno se dedicó a admirar el paisaje a su manera. En el centro, Camino, Ildefonso y Maite sin quitarle ojo a su alumna, quien, al sentirse observada, giró su mirada para fijarla en ella. Maite bajó la cabeza rápidamente y se sentó en uno de los bordes.
M: Tenías razón – dijo hablando sin mirar a ninguna parte – esto es precioso.
C: Me alegra que te guste – contestó casi sin mirarla a ella.
I: La verdad es que no me lo esperaba así – dijo él.
C: ¿Cómo te lo esperabas? – sintió curiosidad.
I: No sé, pero me gusta – contestó. "Qué absurdo" pensó Maite – a Anabel le gustaría.
C: Quien es Anabel – preguntó pícara.
I: Pues... mi... mi hermana – contestó – le gusta mucho el campo.
M: Anabel - se oyó susurrar.
I: ¿Qué pasa? ¿No te gusta el nombre? – preguntó algo altivo al darse cuenta de quien lo había dicho.
M: Sí, si... me encanta – contestó volviendo un segundo la vista hacia atrás y ponerla de nuevo en el infinito – pero me ha recordado a alguien – soltó.
C: ¿Estás bien? – se preocupó.
M: Perfectamente – dijo levantándose de allí para unirse a los demás.
I: Oye, Camino – se acercaba a ella peligroso, sonriente - ¿esto qué altura tiene? – preguntó.
C: Pues ni idea, pero, unos cincuenta ¿metros? – dijo mirando hacia abajo.
I: Ten cuidado – decía chistoso – no sea que te caigas.
C: Qué gracioso – contestó.
I: Gracioso ¿eh? – se acercaba rápido hacia ella – ahora verás – hizo como el que la empujaba sujetándola para que no cayera.
M: ¡Pero tú estás imbécil! – gritó corriendo hacia allí para separarlo - ¿no ves que se puede caer?
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AMORES QUE MATAN (MAITINO)
FanfictionDesde que sigo la trama Maitino (la conocí mucho más tarde que cuando se emitió en Acacias 38) he querido escribir algún fanfic, pues somos muchas las que estamos enganchas a estas pequeñas historias que nos dan la vida cada vez que la autora actual...