AMORES QUE MATAN (MAITINO)

CAPÍTULO 42

Nuevo capítulo, acabado justo ahora jejeje  

Aviso de que quedan pocos capítulos ya para acabar la historia.....unos 5, más o menos  :-(   

Aunque eso también significa que cada vez quedan menos capítulos para poder ver a nuestras Maitino juntas de nuevo :-)      

Aquel día Maite estaba muy nerviosa. Faltaban sólo cinco minutos para que comenzara la vista y movía sus manos con nerviosismo, casi le temblaba todo el cuerpo. Anabel, al verla así, la cogió de las manos para tranquilizarla, aunque ella también estaba igual de nerviosa. 

Para que Sophie no supiera nada de aquello, Antoñito había pedido el día libre y se la había llevado al Zoo, cosa que hizo mucha ilusión a la niña y también a Maite. Había echado mucho de menos a su compañero y por fin habían podido ponerse al día después de tanto tiempo sin verse.

José se acercó a ellas para avisarles de que tenían que entrar. Maite respiró profundamente intentando llenarse de fuerzas y, tanto ella como Anabel, siguieron al abogado a una sala perfectamente decorada, quizás demasiado formal. Una mesa con seis sillas a su alrededor y varias carpetas sobre ella, que supuso que serían las de los respectivos abogados. Se sentaron a la espera de que la parte contraria hiciera acto de presencia y tras un susurro por parte de José hacia Maite, en el que tan sólo dijo una palabra "tranquila" bebió un poco de agua e intentó relajarse.

A los pocos minutos se abría nuevamente la puerta. Un hombre enchaquetado hacía su entrada seguido de una altiva Soledad Bacigalupe que ni tan siquiera las miró. Los abogados estrecharon manos con José y tras esto tomaron asiento. Poco después entró la jueza e imitando a los presentes se sentó para que la reunión diera comienzo.

Ju: Bien, bueno todos sabemos por qué estamos aquí – comenzó a decir – he decidido hacer esta reunión para intentar llegar un acuerdo entre las distintas partes, creo que sería bueno sobre todo para la niña que esto terminara aquí en lugar de llegar a juicio – hablaba con seguridad – Así que como juez voy a proponerles una serie de soluciones para este caso que creo será satisfactorio para ambas partes, ya que creo que aunque no haya buena relación entre nuera y suegra, creo que eso no tendría que afectar a la relación abuela-nieta que queremos tratar aquí.

Los abogados prestaron atención a lo que decía la jueza. Maite se sentó mejor en el asiento a la espera de esas soluciones que pensaba la ayudarían con Anabel sujetándole fuerte la mano a su lado y mirándola con una sonrisa para infundirle ánimo. Soledad puso cara extraña en las que se podía ver un total desacuerdo con lo que decía la mujer, pues quería la custodia total de la niña.

Ju: La primera de las soluciones que propongo – dijo la jueza - es que la señora Bacigalupe – miró a la madre de Anabel – pueda pasar con su nieta un sábado al mes, siempre acompañada de la señora Zaldúa, la señorita Bacigalupe o una persona de confianza designada por ellas– miró a los presentes. Soledad decía algo a su abogado mientras Maite y Anabel se mantenían a la espera – otra solución que propongo son dos tardes al mes, con las mismas condiciones y concertando la visita con al menos dos días de antelación.

José anotó varias cosas en una libreta y tras esto, miró a Maite quien esperaba que le dijera algo. La jueza esperó a que los abogados hablaran con sus clientes.

J: ¿Cuál de las dos opciones os gusta más? – les preguntó en voz baja.

M: A mí me da igual cualquiera de las dos – contestó – con cualquiera de ellas nos podríamos adaptar bien, ¿verdad Anabel? – preguntó mirando a su cuñada.

An: Totalmente – dijo – será fácil arreglar cualquiera de ellas. Siempre le podríamos pedir a Antoñito que fuera con Sophie si no nos encontramos con ánimo de ver a mi madre – dijo mirando con cara de enfado hacia donde se encontraba Soledad.