Verónica
Creo que nunca me he sentido tan cómoda en un silencio tan largo.
Otto ha hecho un fantástico hechizo que impide que la nieve nos caiga encima, así que podemos disfrutar de estar en medio de la nevada sin más preocupaciones que esas que no nos abandonan en la noche más abrigada ni en el día más emocionante.
Los copos empiezan a ser menos continuos. El viento los remueve. Y la nevada termina.
Seguimos siendo las únicas personas en el Patio de Piedra, y no tengo que leerle la mente a Otto ni preguntarle si nos quedaremos aquí un rato más o volvemos adentro, simplemente sé que ambos necesitamos esta paz.
Ayer en la mañana, antes de que se fuera, Violet tuvo que darle una pequeña... charla a Enoch y a Wulfric, porque no pararon de acribillar a Otto aun fuera de su habitación.
Quizá de ahí viene esta sensación de alivio.
Aunque a la vez se siente como la calma antes de la tormenta. Porque no tuvimos que volver a usar el plan P, pero sé que Otto estuvo a punto de hacerlo a juzgar por la mirada iracunda y la tensión que había en sus hombros. También porque Violet lleva fuera del colegio desde el mediodía de ayer y no volverá hasta después de la cena.
No quiero pensar en qué pasaría si Enoch y Wulfric salieran de repente al patio.
Así que me concentro en el aire fresco que nos rodea. Ya no me preocupo por mí, sino porque estoy notando cada paso que da Otto fuera de ese pantano mental en el que ha estado desde antes de que yo llegara a Hogwarts, y temo que cualquier acción lo haga retroceder.
Porque, cada vez que se acerca a la libertad, siento que estoy más cerca de conocer al verdadero Otto. Y cada vez que alguien lo hace tambalear, se esconde un poco más. ¿Y si nunca volviese a intentar salir?
—¿No os da frío allí fuera? —grita Sierra desde el umbral del patio. Jason y Alex están con ella.
Casi me pongo a temblar, y no tiene nada que ver con la temperatura.
—Estamos bien —respondo, y cuando llegan frente a nosotros les explico el encantamiento de Otto.
—¡Deberías enseñármelo! —Sierra parece bastante animada, pero me inquieta un poco la sonrisa ladeada de Alex y la somera arruga en el entrecejo de Jason. Él carraspea—. Oh, claro, no estamos aquí para hablar de hechizos.
La azabache lo dice mirando de reojo a Jason, como si exteriorizara los pensamientos del castaño. Y aunque él me está mirando a los ojos, con todo y esfuerzo, no soy capaz de deducir qué pasa tras sus ojos oliváceos.
¿Por qué me he esforzado en leerle la mente? ¡Dios!
—¿Dónde está Violet, por cierto? —inquiere Jason.
—¿Específicamente? No lo sé —Agradezco que Otto no esté tenso, pero desearía que me ayudara interviniendo—, solo dijo que tenía un asunto familiar.
ESTÁS LEYENDO
Razones para ir a Hogwarts y otros porqué [VV #1]
FanfictionLa legeremancia es una rama oscura de la magia, todos lo saben. Entonces, ¿por qué Verónica Vannella puede usarla de forma innata? Después de ganarse el primer intercambio de Castelobruxo a Hogwarts en décadas, Verónica ha hecho todo lo que puede pa...