21. Porque es genial poder ser uno mismo

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Otto

—Pensé que iba a expulsarme —suspiro de alivio apenas los adultos nos dejan

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—Pensé que iba a expulsarme —suspiro de alivio apenas los adultos nos dejan.

Verónica se ve mejor, considero a medida que me acerco a la camilla. Incluso las horribles ojeras que se ha cargado las últimas semanas se han atenuado bastante.

Pero la bata que lleva deja a entrever un extenso vendaje.

No recuerdo que le haya pasado nada, solo que cayó cuando... cuando cambié.

—¿Qué te dijo? —pregunta. En su expresión se nota que no cree que tenga sentido que me expulsara por ninguna razón, pero no ahondará por ahí.

Su voz suena rasposa. La tos de Violet acude a mí como un martillar culposo. ¿Y si les pasa algo grave a sus sistemas respiratorios? ¿algo permanente por mi culpa?

—Otto —vuelve a llamar cuando me quedo viendo sus manos cubiertas de un aceite verdoso—, ¿qué dijo el director?

—Me... me... —¿Cómo decirlo sin que suene arrogante?—, me agradeció —termino por murmurar.

Verónica se aparta un poco y me siento a su lado, al borde de la camilla, dándole la espalda.

¿Qué será suficiente para pedir perdón si les hice algo malo en ese iracundo estado? ¿Por qué la estoy visitando a ella primero antes que a Chrys? Él debe estar pensando que estoy mal de la cabeza, o que doy pena.

No sé cuál es peor.

—Otto —Su tono se vuelve conciliador, contrastando con mis sollozos—, te mereces las gracias, y Chrys entenderá que había que hacer lo que fuera por enojarte... Seguramente había otras formas de inmovilizar a Dante, o sea, al vampiro, pero no eran...

»La cosa es que gracias a ti todos vamos a tener nuestras mentes sanas y salvas... —dice muy decidida, calmándome un poco, pero termina con un suspiro, y sé que está volviendo a pensar en que no del todo.

Como si Vero pudiese ser una amenaza.

—También se disculpó —continúo y empiezo a jugar con las faldas de mi túnica—, por no inmiscuirse más en los asuntos estudiantiles, o algo así, no sé.

Verónica me pone una mano en el hombro, haciendo aún más espacio para que me recueste junto a ella. Esquivo su mirada.

Es con ella que debió haber hablado el profesor Longbottom. Verónica es quién ha sufrido todo este año, lo mío es pasado. Ella es quien se ha estado esforzando para devolver las memorias, yo solo intervine a última hora.

—Lamento que hayas tenido que salvarnos —dice, y me obligo a mirar sus intensos ojos café—, no porque no creo que merezcas haber sido el héroe anoche —Sonríe como si fuera medio en broma, pero eso no evita que las lágrimas vuelvan a amontonarse en mis ojos. No quise ser el héroe, no creo serlo. Pero me alegra que vea más allá de la rabia que me consumió—, sino porque sé que tuviste que herirte para buscar cómo sacar una parte tan mala dentro de tu naturaleza que ni siquiera parece parte de ti.

Razones para ir a Hogwarts y otros porqué [VV #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora