Mi Secreto [TERMINADA]

💥Capítulo 43💥

Pov narradora:

—¿Que hacías con los de la clase 1-B? —pregunto Mina, curiosa.

—Estabamos conversando, me llevo bien con ellos. ¿Por que?

—Sólo quería saber. Oye, luego de los exámenes Denki y Sero planean hacer algo para festejar, si es que aprobamos claro, ¿te sumas? Yo ya me encargué de avisarle a Kirishima, esta muy raro últimamente —dijo pensativa aunque sabia que le pasaba, o al menos lo suponía—. Te toca avisarle a Bakugo.

—Si, suena bien. Yo le aviso, no te preocupes.

Al llegar a los vestuarios se quedó hablando con Yaoyorozu y Jiro para luego salir las tres juntas hasta uno de los campos donde All Might los esperaba con el resto de la clase.

Midnight estaba allí ese día ya que ayudaría con la clase, tocarían en parejas de dos. Ella estuvo en un equipo con Tokoyami.

Entraron en el campo y comenzaron a entrenar en una batalla entre ambos.

*

Luego del entrenamiento Tokoyami se acercó a ella.

—Peleas muy bien, Mirokia-san.

—También tú, Tokoyami-kun. Eres un duro oponente a vencer.

—Lamento si fui muy rudo contigo, pero Dark Shadow y yo queremos mejorar nuestro puesto de calificaciones.

—Entiendo, y suerte con eso. No superarán a la número cinco.

Sonrió de lado—Eso ya lo veremos.

Mientras volvía a los vestuarios sintió a alguien tomar su brazo y vio a su novio muy serio.

—Quiero hablar contigo, ahora.

—De acuerdo.

Sujeto su antebrazo y entró con ella al salón vacío.

—¿Que mierda te pasa hoy? Estas muy rara desde la mañana cuando la rana habló contigo... Más bien actúas raro desde la madrugada.

—No pasa nada, Katsuki. Solo me dijo algo que ya sabía y no quería que me lo recuerde.

—¿Que te dijo?

—Sobre mi hermana, al parecer la conoció y quería seguramente convencerme de algo, pero Kotone no me interesa en lo absoluto.

—¿Eso es todo?

—Sí. Prometí que te contaría las cosas, o que al menos lo intentaría, ¿no? Te dije la verdad, no te enojes conmigo.

Bakugo sonrió y se acercó a ella besandola.

—Claro que no me enojaria contigo —susurró.

—Te amo —dijo tomando su cara con ambas manos.

—También te amo.

El rubio sujeto la cintura de esta mientras volvían a unir sus labios. Para Bakugo los besos que se daba con ella eran la gloria, aunque aveces eran muy incómodos. Ella era mucho más bajita que él y debía agacharse si quería darle algún que otro beso.

Se separó y ésta lo miró confundida—¿Que pasa?

—Me duele la espalda cuando te beso así, eres una maldita miniatura.

—No me digas así —se cruzó de brazos inflando sus mejillas, cosa que al rubio le pareció muy tierno.

—Me encantas —acarició su mejilla—. ¿Puedo levantarte? Será más fácil besarnos así y no tendrás que ponerte en puntillas o yo agacharme.