Mi Secreto [TERMINADA]

💥Capítulo 71💥

Kotone estaba sentada nuevamente en su oficina de la estación policial viendo la pantalla de la computadora. Ya varios meses habían pasado y seguía investigando a esa villana, quería rastrearla y saber algo más de ella.

No habían tenido ningún contacto con ella desde la muerte de Ikeno y nadie nunca más la vio así como a algún integrante de la Liga de Villanos.

Un mensaje en su teléfono llamó su atención y al verlo sonrió, era una imagen de su hermana pequeña con su bebé. Había dejado que ella y su novio se quedaran en su departamento cuidando de su hijo por la tarde mientras estaba trabajando.

-¿Como está mi pequeño pichón?
14:37 ✔️✔️

-Bien, ya ha comido
14:37 ✔️✔️

-¿Te ha dado problemas?
14:38 ✔️✔️

-No a mi, pero ha vomitado a Katsuki
en las piernas cuando lo hacía saltar
14:39 ✔️✔️

-🤣 Si fuera un bebé habria hecho
lo mismo.
Imagino que limpiaron todo.
14:40 ✔️✔️

-Si, no te preocupes Onee-san, todo
está perfecto
14:40 ✔️✔️

-Gracias, Imouto. Acuesta a Yukimura y descansen, en una hora más regreso.
14:41 ✔️✔️

—¿Y que te ha dicho tu hermana sobre esta pequeña bestia alada? —preguntó Bakugou viendo al bebé en su cesta.

—Que descansemos y lo pongamos a dormir.

—Bien —tomó la cesta con cuidado y ayudó a su novia a recostarlo en su cuna.

Salieron ambos con cuidado de la habitación para no despertarlo y se sentaron nuevamente en el sillón.

El cenizo suspiro—Si es agotador cuidar de un bebé.

—¿Verdad? —Se acomodó recostandose sobre el—. Pero es una linda experiencia.

—Nunca sabré como hiciste para convencerme de cuidar al pequeño monstruo.

—No lo llames así. Y recuerdo que tu me preguntabas sobre él cuando nació.

—¡Mentira! —recibió un golpe en el hombro—. Lo siento.

—No grites o lo despertarás idiota.

Ambos se quedaron unos minutos en silencio hasta que el cenizo ríe un poco.

—¿De que te ríes ahora?

—Nada, sólo que esta situación me hace pensar en que así será cuando nosotros tengamos hijos.

—No creí que quisieras tener hijos.

—Si son contigo si querría —llevo sus manos a la espalda baja de su novia—. Deberíamos ir practicando.

Esta se levantó aclarando su garganta—Hay tiempo todavía para eso.

—Lo se, pero no está de más practicar para cuando llegue ese día —se acercó a ella acorralandola en la pared.

—No se si estoy lista para eso todavía —bajó la vista.