💥Capítulo 53💥

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Días después del ataque Tsukune estaba leyendo algunos archivos que le mandaron sobre los villanos que estuvieron en el ataque al campamento.

Kotone entró a la habitación llevando unos papeles, también de su trabajo.

—¿Como vas? —preguntó

—Ya te dije que no te metas en esto, Kotone —dijo este seriamente sin quitar la vista de la pantalla.

—Que tenga licencia y no trabaje de héroe temporalmente no quiere decir que no pueda hacer papeleo de Oficina —dejó los papeles sobre el escritorio—. ¿Que hay sobre los villanos?

—Dos de ellos capturados, los llevaron a la prisión de máxima seguridad.

—¿El resto?

—Fugitivos.

—¿Algunos extremadamente peligrosos?

—Todos, pero a mi parecer están Tomura Shigaraki, Dabi, Himiko Toga y Flash.

—Creo que subestimas al resto, y hablando de la última, quiero todos los datos necesarios de esa tal Flash

—Su nombre es Leiko Naoki, su kosei es súper velocidad...

—Asi que es ágil —dijo pensativa

—También tiene un horrible pasado, lo tenemos por informes de la policía.

—Los quiero —dijo tomando una carpeta.

—Se los enviaré por correo luego, capitana.

—Tonto.

—A propósito —se levantó del asiento—. ¿Como está tu hermana?

—Sigue mal —dijo con un suspiro al final—. Luego la recogeré en el hospital, quiere quedarse aquí. ¿No hay problema en eso?

—Claro que no, sabes que tu hermana siempre será bienvenida —puso una mano en su hombro—. Se que para ti tampoco es fácil.

—Al menos ella no es mis padres... Gracias por ayudarme.

La abrazó—No hay de que.

—Te prometo que no causara problemas, solo serán unos días mientras esto se resuelve.

—El tiempo que Mirokia necesite.

Sonrió y antes de tomar el picaporte de la puerta este la detiene poniendo sus manos en su vientre.

—¿Cuando vas a contarle sobre esto?

—¿Mi embarazo? ¿Te parece ahora buen momento? —este no dijo nada—. Tsukune, creo que ella ahora no necesita saberlo, no por el momento. Está frágil, perdió su alguien que le importa.

—Ya se, pero quiza esto la anime y la distraiga al menos hasta que podamos rescatar al chico.

—A propósito, ¿como van con eso? —este miro a otro lado en la habitación—. ¡Hey respondeme maldición! Solo quiero saber, no voy a ir.

—Calmate, si iba a responderte.

—Lo siento.

Este le ayudó a sentarse y se arrodilló poniendo su mejilla sobre la pequeña y apenas notable panza de Kotone.

—Ya tienes casi tres meses mi pequeño Yukimura —beso su vientre haciendo sonreír a su mujer—. Kotone, se que esto te tiene agotada, tu hermana, tu padre...

—Sobre eso...

—No

—Tsukune...

—No. Sabes lo que opino sobre que hables con el.

Mi Secreto [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora