~/ Just One \~

29 8 6
                                    

15/10/20


La elocuencia por encima de uno mismo
va tan rápido que justifica la muerte
antes siquiera de que puedas planteártela.

A veces recuerdo que no soy tú
y la alegría y angustia de ello
me dejan en estado de sopor
hasta el próximo mediodía.

Se me olvida que somos uno por dolor
y creo hallar felicidad en tus actos mundanos,
sin saber que marchitan el alma.

Tu personalidad evoca héroes
de la literatura más lúgubre que puedas hallar
ahí escrita entre mis delirios.

Adoptamos la forma de huérfanos de la calle
porque crecimos entre las barreras de un mundo
que no era para nosotros.

Hemos acabado muy pronto con nuestras esperanzas
y las dejamos morir enterradas
bajo el nombre de bagatelas.

Creo que me he enamorado de una compresión
que tomamos entre nuestros brazos
por caminos distintos.

Y el ahogo que nos produce no besarnos
lo suple la asfixia del vino barato
y el aliento de ultratumba
que soplamos al orfanato.

«¿Has encontrado ya a mi sustituto? ¿Te has liberado de aquello que confesaste?
Es probable que en estos días delirantes no recuerdes septiembre.
Guardé el secreto con todos los demás que no eran míos y nunca fueron recompensados.
Descansa en paz; seré yo quien cargue con ellos hasta la tumba.
Ahora florecen como plaga eterna en cualquier alma que vaga en soledad».


←   诗 ྀ  →

Comentario:

En este preciso momento de mi vida estas líneas duelen más que nunca. La persona que evocó estas estrofas sigue siendo una constante en mis poemas, frases y relatos; siendo cuestionable la calidad de los mismos, confieso que es donde más variedad y sentimiento encuentro. Del amor al odio hay un paso y yo voy dando saltos como si fuera el límite del mundo.

Por las pistas y el detalle, y el sentimiento; esta pieza reza a un punto de inflexión en mi vida. Ese día fue dichoso y una especie de maldición a partes iguales; la puerta a una aventura de desconocimiento. Esa desazón que se percibe entre líneas la acarreo desde entonces, pero debo pensar que el cambio fue bueno en esencia, que no todo es perfecto, pero que resta ahí, difuminado entre las sombras, un leve halo de esperanza. Por abrirme los ojos, a esa persona se lo dedico y, a pesar de que me queme la vista, le doy las gracias.

Aunque sé que probablemente nunca lo leerá, prefiero pensar que alguna vez pueda extraer la esencia de todas estas creaciones y poder derramarla de mis labios, cara a cara, sin mayores sutilezas.

THE BOY WHO CRIED SHIT © 诗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora