Todos los hombres que me rodeaban eran fuerte, ¿por qué yo no podía ayudarlos? Deseaba encontrar un camino para todos nosotros.
—¡Minho! —Escuché como gritaba Lay—. ¡Minho! —El cuerpo del comandante estaba tirado boca abajo en medio de un pasillo. ¿Esa era la explosión a la que se refería Kai? ¿Había despertado después de tantos años?
—¿Qué ocurre? —Kai liberó la silla de ruedas para llegar hasta Minho. El rostro de Lay estaba pálido y sus manos temblaban.
—Taemin... tengo que llamar a Taemin. —Cruzó junto a mi tan rápido que la bata golpeó contra mi rostro; la puerta de la que debía ser su oficina sonó estrepitosamente y mi único movimiento consistió en acercarme lo más posible a Kai.
—¿Qué le pasó?
—El idiota no me dijo —respondió; con un sacudón de su brazo levantó al comandante y lo llevó en su espalda. Era pesado, lo noté porque las venas del cuello de Kai se hicieron presentes. —Alguna vez escuché algo como sobredosis, ¿puede ser eso?
—Tal vez, su cuerpo ha convulsionado. Puede que despierte... siendo el comandante de los destructores. —Kai abrió una puerta y lo llevó dentro de una habitación.
—Tenemos que atarlo o algo... El imbécil estaba aterrado; no podemos ignorar una reacción así.
—Supongo que él vio al verdadero Minho en acción. —Las sogas chocaban e inmovilizaban el cuerpo del comandante.
—Yo lo hice, una vez, y no quiero experimentarlo en persona. —Lo miró—. No sé si retirarle sus armas o no.
—Lay no tardará en volver, mejor... no lo hagas. No le quites el arma.
—El blanco podes ser nosotros.
—No tiene caso, sus manos son armas. —Aclaré—. Si quiere matarnos, nada se lo impedirá.
Creo que desde que conocí a Chanyeol aprendí a no aferrarme tanto a la vida. Por escapar de él me habían torturado y encerrado; sus asquerosas manos eran tan apetecibles para mi en ese momento.
—A esperar —me dijo y se sentó en el suelo—. Tengo un mal presentimiento.
—No ha dejado de llover. ¿El clima afecta las emociones de esta clase de hombres?
—Sigue siendo humano, ¿no?
—¿Qué tan cerca estás de él y Chanyeol? —Suspiró.
—Iguales. Soy tan malnacido como ellos... mi corazón está fuera de mi cuerpo. Eso me hace más vulnerable y estúpido.
—¿Eso piensan?
—Es debilidad. Un sacrificio que no tiene recompensa, pero que estás dispuesto a ofrecer una y mil veces, o lo que te permita la vida. Soy un monstruo y no he cambiado. Pero, sé que seré algo mucho peor si los pierdo. —Sacó su arma y la escondió entre las sillas del escritorio.
—Despertará pronto.
—Lay parecía tener un plan para esto.
—No es un plan si surge en la desesperación, más bien, es la última opción. Derramará sangre para seguir controlando su mundo; así es como funciona.
—¿La locura puede ser confusa? ¿Él te ha dicho lo que tienes?
—Solo fue... un acto de desesperación.
—Eso es verdad. Nunca había visto algo así. —Miró hacia la puerta—. Chanyeol no está aquí.
—Ahora lo sé.
—Es preocupante; por un momento me lo creí.
Después de la confesión más asombrosa de mi vida, llegó la desolación. La salida al patio, la espera y su ausencia me hicieron sentir como un novio abandonado en el altar. Quería encontrarlo solo para golpearlo por hacerme eso, por empujarme a buscarlo.
Una sensación asquerosa se instaló en mi pecho y se desvaneció con la misma rapidez; como todo creyente, la fe llegó hasta mi para forzarme a creer aunque no pudiera ver. Estaba ciego a su evidente ausencia. ¿Qué tan enfermo estaba como para aceptar algo así?
—Quién sabe, tal vez vuelva a caer en el mismo juego psicológico de la esperanza. Voy a esperar que él aparezca, cuando podría ser comida de cuervo en cualquier parte.
—En ese caso no debe quedar nada.
—Eres un bastardo.
—Te lo dije. De todas formas, no entiendo por qué los buscas. Otros huirían de él.
—No tengo la respuesta a eso.
—Hubiera sido de utilidad... aunque no enfermo. —Frunció el rostro.
—¿Cómo puedes pensar eso? ¿Debilidad? Si no fuera por Kyungsoo estarías muerto.
—Lo sé, pero también soy consciente de que fui un gran estorbo. No es sano cuando te olvidas de ti mismo para seguir a alguien más. El egoísmo es un empuje de instinto; te ayuda a sobrevivir.
—Todos somos egoísta, yo lo soy, y Kyungsoo lo fue cuando te arrastró hasta aquí. Solo él te necesitaba, por eso estás aquí. Fuiste su pensamiento egoísta.
—Entonces estamos perdidos, porque yo también lo hubiera hecho. —Lo miré por unos momentos y, luego, pase mi vista a Minho.
—Me inscribí al ejército para huir del matrimonio que me tenían preparado mis tíos. —Kai no dijo nada—. Es aburrido, pero me hace sentir mejor saber que no estoy sonriendo y saludando a mi estúpido esposo o hablando con sus parientes y amigos acerca de la cantidad de manteles que me regaló su mamá. —Lo oí reír.
—¿No querías ser un buen esposo?
—No lo sé, tal vez me molestó el hecho de que fuera obligatorio. —Acaricié mi vientre—. Supongo que seguí un camino un poco diferente y raro. Fue una rebelión. Conviví y me embaracé del enemigo; estoy casado con un cadáver, el anillo es una cadena atada a su mano y el otro extremo cuelga en mi cuello. Nada más antinatural que eso. Su recuerdo está pateando mi vientre como si las paredes le quemaran.
—Bonita forma de referirse a un hijo, ¿no?
—¿Tenerlo te da sentimientos? —le pregunté; en esos momentos necesitaba volver a ser el de antes, pero a los pocos minutos se me olvidaba.
—Todos los días descubro algo diferente. No lo sé.
—Está despertando.
—¿Crees que sea buena idea estar frente a él?
—No lo sé... Puede que su uniforme le de una, muy poco amigable, bienvenida.
El comandante Choi cabeceó un par de veces y nos miró con extrañeza, primera señal. Su rostro perdió expresión, segunda señal. Su reacción no fue violenta, tercera señal. En sus ojos podía ver que nos estaba estudiando a nosotros y al lugar.
—Comandante Choi... —pronuncié; Kai se levantó y cerró la puerta con seguro—. ¿Qué es lo último que recuerda?
Su expresión permaneció sin cambio hasta que una voz, que llegaba desde el pasillo, despertó un resentimiento enterrado en lo profundo de su ser.
—Lay...
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Fuerza de Ataque
RandomQueridos tíos: ¿Cómo están? Espero que muy bien. Como sabrán, hoy se cumplen dos años desde que ingresé al cuerpo de sanidad militar como médico. Recuerdo que prácticamente entraron en crisis cuando se enteraron, pero era algo i...