El tembloroso chico volvió a gemir, viendose totalmente inadvertido de los peligros a su alrededor, y el sonido inmediatamente encogió el corazón de Jisoo.
Luego de un momento de vacilación, se inclinó frente al chico, tratando de no lucir intimidante y aclaró su garganta. El chico se encogió ante el repentino sonido y se arrastro más contra pared sin mirar hacia arriba, cubriendo con sus brazos la mayor parte de su cara.
Jisoo miro alrededor una ultima vez -sólo para asegurarse de que no se tratara de una muy elaborada estrategia para robarle -pero viendo nada fuera de lo ordinario, se enfocó en el extraño frente a él.
"¿Disculpe? ¿Necesita ayuda?" Estaba realmente agradecido de que su voz saliera estable y que su tartamudez no se mostrara esta vez. Luego de esperar un rato por respuesta y sin obtenerla, intentó otra vez. "¿Hola? ¿Puedes oírme? Hace demasiado frío para estar aquí afuera..."Se calló cuando el chico alzo la cabeza.
Lucia mucho más joven de lo que Jisoo había asumido. Con sesagados y cansados ojos y un rostro palido tras ese sucio cabello, no parecía mayor de los diesciseis, pero la marca en su pie era la prueba de que al menos, era un adulto legal. Justo ahora, su palido rostro brillaba debido a las lagrimas y sus ojos se encontraban rojos e hinchados ligeramente. El extraño miro a Jisoo antes de romper en llanto y otra vez, volviendo a murmurar palabras incomprensibles.
Le tomó al Wielder varios intentos ignorados de hablar con chico antes de finalmente darse por vencido y moverse más cerca cuidadosamente, mientras se despojaba de su bufanda con dedos temblorosos. Se paro a una distancia segura, sólo para poder alcanzar al otro. El extraño no lucia muy intimidante, pero mejor estar seguros antes que arrepentirse. "Te daré mi bufanda, pero realmente necesitas ir a casa," intentó otra vez y se inclinó hacia adelante, aferrandose a la bufanda entre sus manos.
El chico pareció calmarse tan pronto como sintió la suave y calida tela entrar en contacto con su piel y Jisoo se la envolvió alrededor del cuello y hombros, tratando de no tocarlo directamente. El llanto paro y el silencio lleno la oscuridad. Jisoo respiro un aliento de alivio y lentamente comenzó a retroceder hacia la calle principal, queriendo llegar a casa.
No espero ser detenido por el chico tan repentinamente, previniendo que se fuera. Jisoo se preparó a sí mismo para un inesperado ataque cerrando sus ojos.
"Gracias," una ronca voz susuró junto a él y el Wielder abrio los ojos lentamente solo para encontrarse al otro aferrado a su chaqueta. El chico suspiró profundamente para resistir las lagrimas que amenazaban por salir y aclaró su garganta. "No tengo a donde ir, escape. Soy Chan." su voz se escucha más clara ahora, más suave, pero llena de tristeza que se relfejaba en sus oscuros ojos.
Jisoo se sintió más calmado ahora que el otro estaba hablandole, así que se giro y miro al chico a la cara. Chan bajo la mirada y aflojo su agarre en el brazo de Jisoo tan pronto vio que el otro no iba a irse. Lucia increíblemente palido y pequeño, temblando por el frío. El Wielder notó lo azulados que estaba sus labios.
"Yo soy Jisoo. ¿Por cuanto has estado aquí, Chan?" preguntó, asegurandose de mantener su voz baja para no espantar al otro. El chico solamente nego con la cabeza como respuesta y secó sus ojos con sus manos sucias.
Un instinto casi maternal surgio inconscientemente dentro de Jisoo ante mucha miseria. Tal vez era debido a que siempre quiso un hermano o porque era un Wielder y su naturaleza era cuidar, pero una fuerte urgencia de ayudar y proteger al más joven lo lleno. Observó el temblor den chico y lo descubierto qe se encontraba, decidindo tomar el riesgo de llevar al chico a su apartamento aunque sea para una ducha. "Necesitamos sacarte del frío. Probablemente suena raro, pero ¿quieres ir a mi apartamento?"

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The Others | Joshua harem
FanfictionJisoo estaba satisfecho con ser un don nadie; sin contar su falta de poder, vivía su vida de estudiante aburrido en paz. Eso es hasta que conoce a Chan, el primer Forecebearer de una prestigiosa familia de Wielders, quien ha huido de casa y ahora...