Jisoo despertó con el corazón latiéndole a mil por hora y con el cuerpo sudado enredado entre las sabanas. Cómo era que toda esa erraticidad y movimiento no había despertado a Chan y Seokmin, quienes dormían a su lado, era un completo misterio, pero trató frenéticamente de controlar sus sollozos que escapaban de sus resecos labios. Las pesadillas usuales de sangre, armas y el rostro de Hansol no habían dejado de atormentarlo -por segunda noche desde que Mingyu había revelado el paradero del Guerrero dos días antes, arrebatándole mucha de su paz y sueño, haciéndolo demasiado consciente de que el intento de recastarlo se llevaría acabo en aproximadamente 24 horas.
Luego de calmarse sin despertar a nadie, se levantó sigilosamente de su intento de cama -consistiendo en la alfombra gruesa de Minghao y almohadones acolchados -y fue a la cocina por agua, cuidando no golpearse o tirar algo entre la oscuridad. Para su sorpresa, una luz fue visible bajo la puerta, provocando que se detuviera y contara los cuerpos recostados sobre la alfombra.
Luego de un momento de duda, golpeó la puerta. No mucho después, la puerta se abrió y Mingyu se encontró frente a él vistiendo la pijama de Seokmin que le quedaba muy pequeña.
Se quedaron viendo uno al otro -Mingyu notando los rastros de sudor en el rostro del Wielder mientras que Jisoo notó la antinatural palidez en la piel del Guerrero - antes de que Mingyu lo dejara pasar. Luego de que la puerta se cerrara, el Guerrero se recargó en esta, con los ojos fijos en Jisoo. "¿Noche dura otra vez? Estuviste despierto ayer también."
El Wielder caminó directamente hacia el dispensador de agua y llenó un pocillo, dándole la espalda al otro para evadir su inquisitiva mirada. "Mh, tengo problemas para dormir. ¿Por qué estás despierto? ¿Quieres té también?"
"Sí, aquella horrible hierba ayuda un poco. Por la misma razón supongo: pienso demasiado y no puedo dormir por eso." Permaneció callado por un momento, viendo al Wielder preparar las tazas antes de continuar. "Las cosas que hice por Jiyong me persiguen."
Jisoo se giró abruptamente con las bolsas de té aún en manos, tomando desprevenido al Guerrero. "Nada de lo que hiciste fue tu culpa de ninguna manera," el Wielder exclamó. Su voz sonaba inusualmente apremiante y su mirada acorraló al Guerrero contra la puerta, quien se removió inquieto.
"No es como si me culpara a mí mismo o algo parecido...simplemente no puedo evitarlo. Él amaba usar mi habilidad para sus juegos enfermos." Le costó mucho visiblemente a Mingyu hablar sobre lo que le molestaba y se movió de la puerta hacia la mesa para sentarse. "Pero como sea. ¿Crees que tu plan funcionará?" él preguntó, cambiando el tema cuando el Wielder se sentó frente a él y le pasó una taza.
La sonrisa que Jisoo trató de forzar se veía más preocupada que segura. "Eso creo."
"Sabes que hay muchos factores exteriores que no podemos controlar y que prácticamente estaríamos dependiendo de suerte la mayor parte del tiempo...Podríamos morir mañana." La mirada intensa de Mingyu se suavizó ante la desesperación que se dibujó en el rostro de Jisoo. Alargó su mano sobre la mesa, poniendo gentilmente sus dedos sobre la mano del Wielder. "Pero hay una manera de aumentar nuestras oportunidades."
"¿Estás seguro? No quiero obligarte hacerlo."
"Estoy traicionando mi mayor principio ahora; deja de hacerme dudar, ya estoy dudando de hacerlo. Sólo espero que funcione y podamos traerlo de vuelta -preferiblemente sin morir. Dame el cuchillo antes de cambie de opinión."
Con obvia vacilación, Jisoo le pasó un cuchillo pequeño que había traído de la cocina y vio a Mingyu cortarse la muñeca.
"Pero no te cortes tan pro-" Cerró los ojos cuando la hoja marcó una línea limpia sobre su pálida piel, causando que sangre cayera sobre el suelo al lado del colchón.
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The Others | Joshua harem
FanfictionJisoo estaba satisfecho con ser un don nadie; sin contar su falta de poder, vivía su vida de estudiante aburrido en paz. Eso es hasta que conoce a Chan, el primer Forecebearer de una prestigiosa familia de Wielders, quien ha huido de casa y ahora...