The Others | Joshua harem

First contract

"¡No! Absolutamente no," Jisoo se negó inmediatamente, cruzando los brazos contra su pecho.

La chispa en el rostro de Chan desapareció. "Pero, ¿por qué?"

"No sé cómo cuidar de un Forecebearer, así no soy una buena opción definitivamente. Deberías buscar alguien con más experiencia," el Wielder dijo severamente.

"Pero ya estás cuidando de mí y quiero pagarte de alguna forma." Los ojos de Chan se ampliaron y sus labios formaron un pequeño puchero. "¿Por favor, hyung?"

Jisoo se forzó a sí mismo a no caer y miró la pared para evitar caer en la trampa del menor. "No, Chan. Me has conocido por al menos tres horas; no renuncies a tu libertad tan fácilmente."

"Pero te ves como una buena persona y preferiría estar enlazado a ti que ser forzado a un contrato con otro Wielder." Chan se movió más cerca mientras hablaba, haciendo que sus rodillas tocaran las ajenas y dar una vista más clara y cercana de su suplicante rostro.

El Wielder suspiró e probó otra cosa. "No puedo mantener a otra persona. Mi apartamento es pequeño y gano muy poco para cubrir la renta."

"¡Puedo ayudarte!Puedo conseguir un trabajo y habría suficiente dinero para ambos. Y no me importaría dormir en el sofá. Puedo cuidar de mi mismo, hyung."

Jisoo resopló y sacudió la cabeza ante el entusiasmo del otro chico. "La vida no es tan fácil, Chan. Las personas provenientes de familias normales no sólo conseguimos trabajo, debemos ir a entrevistas y trabajar duro. Además es mucho más difícil si no has cursado una carrera. Creeme, loe he intentado por años desde que me mude a Seúl."

Chan frunció el ceño. "Pero si yo fuera tu Forecebearer podría ir a la misma universidad contigo y obtener una licenciatura."

El Wielder masajeo su frente con desesperación. "No puedo pagar la matricula, es cara."

"Entonces obtendré una beca," Chan replico lleno de confianza, como si fuese la cosa más fácil y lógica que hacer. "Soy un buen estudiante y he sido educado en casa por profesores privados toda mi vida, estoy seguro que podré. ¿Sí?"

Jisoo talló su rostro con un bufido exhausto y el menor le dedico una sonrisa cálida. "Déjame pensarlo por un tiempo," contestó tras sus largos dedos. La sonrisa de Chan se ensanchó.

Jisoo recordó que se suponía iría de compras tan pronto como abrió su refrigerador y lo vio vacío -encontrándose un solo y triste tomate para preparar la cena. Con un suspiro ruidoso, cerró el refri y tomó la billetera de su mesa. Regresó a la sala de estar, encontrándose a Chan embobado con un drama, cubriéndose con la manta.

"Iré a comprar la despensa," el Wielder anuncia y el chico lo miró tras su cobija cual cachorro.

"¿Puedo ir? Han pasado años desde que fui al supermercado."

Jisoo le dedico una mirada incrédula, pero juzgando por aquella ilusionada sonrisa en su rostro supo que no estaba bromeando, y simplemente asintió. "Puedes seguir usando mi ropa y te prestaré mi chaqueta. Pruebate uno de esos zapatos mientras voy a buscarla."

Después de que todo estuvo en su lugar y Chan fuese abrigado muy bien por la ropa de Jisoo -vistiendo un par de calcetines, para que de esa forma no estuviera nadando en los tenis de Jisoo - se fueron directo al supermercado. Para ese momento, ya eran pasadas las 9 y las calles se encontraban menos pobladas que durante el día.

Tan pronto llegaron al recinto, Chan lucia como un niño en una juguetería. Había jalado a Jisoo hacia varios pasillos que capturaban su interés, apuntando felizmente a las cosas más mundanas. Especialmente, los fideos parecían haber cautivado su atención y este se paro frente al estante lleno de ramyeon por varios minutos, estudiando diligentemente todos los sabores y tipos mientras el Wielder tomaba todo lo que necesitaba.