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Había pasado casi una semana desde el incidente con Jackson y su Forecebearer. Jisoo se había preocupado acerca de las consecuencias que tendría revelar el rango de Chan a alguien tan codicioso por poder como Jackson, pero extrañamente, pareció calmarse e incluso saludaba a Jisoo de vez en cuando casi amigablemente cuando se encontraban por los pasillos.

Jisoo también había anotado un punto visitando a Yugyeom luego de una de sus clases y se había disculpado con el asombrado Guerrero por el comportamiento de Chan (al menor no le había gustado para nada cuando Jisoo le contó en la cena). El sonrojo de Yugyeom se intensificó con cada palabra que dejó los labios del Wielder e intentó defender las acciones de Chan, pero Jisoo resueltamente le había remarcado cuan fuera de linea estuvo la sed de sangre de su Guardian. Y dejó a un muy confundido -pero también feliz- Forecebearer, quien sujetaba un ungüento que estaba supuesto a ayudarle con sus heridas, un regalo de Jisoo. Desde entonces, el Wielder se había ganado un fan leal (Jisoo hubiese preferido llamarlo amigo, pero Yugyeom se comportaba mucho como un fanboy deslumbrado cada vez que lo veía -la gente en el grupo de Jackson lo miraban con desdén pero nunca interfirieron).

También, seguía presente su proyecto grupal. Jisoo asistía a esa clase en particular tres veces por semana, y eso era suficiente para él. Aunque no le importaba la presencia de Seokmin para nada (lejos de eso, de hecho, se había llevado muy bien y parecían compartir intereses, algo por lo cual Jisoo estaba agradecido), era diferente cuando se refería a Jihoon y Kangin. Jihoon resultó ser un perfeccionista, lo cual se traducía a constantes regaños cuando no estaba satisfecho con el progreso. Ademas, durante la sesión del jueves, había estropeado unas cuantas cosas, revelando un temperamento singular escondido en ese pequeño cuerpo. Ni siquiera Kangin se había atrevido a decir nada cuando Jihoon comenzó a gritar. Aparte de eso, Kangin seguía siendo cruel como siempre. Parecía respetar a Jihoon como Wielder y a Seokmin como Forecebearer, pero cuando se trataba de Jisoo, él amaba enterrar sus garras en el pobre Wielder -pero solamente cuando Seokmin no estaba presente, y a Jihoon no parecía importarle un bledo el maltrato. Jisoo había intentado dar lucha al inicio, pero luego de unas cuantos intentos fallido, decidió ignorar esa hostiles remarcaciones aunque le partieran el corazón.

Por lo tanto, no quería en lo absoluto reunirse con su grupo otra vez ese mismo días cuando abrió sus ojos en aquella mañana gris de lunes. Gruñó silenciosamente ante el recordatorio de lo que tendría que pasar y se acurrucó más cerca del profundamente dormido Chan.

Habían creado el habito de dormir en la misma cama luego de quedarse dormidos en el sofá varias veces, usualmente despertando con dolor de cuello y extremidades acalambradas durante la noche. Y Jisoo debía admitirlo; le gustaba. Era genial tener alguien con quien hablar antes de quedarte dormido y su inicial reclusión cuando se referían a acurrucarse y tocarse en general era bastante inexistente en la actualidad (aunque tampoco estuvo muy presente desde el inicio, a ambos les gustaba el contacto físico).

Su vinculo se fortaleció también. Ahora era posible sentir el mínimo estrés del otro a una significante distancia. Chan había estado realmente preocupado luego de sentir la ansiedad de Jisoo durante la última reunión de su proyecto grupal e insistió en comprar nuevos celulares ese mismo día, así serían capaces de llamarse entre sí en cualquier caso de emergencia. Afortunadamente, encontraron un paquete para dos bastante barato. El Guardian había pasado dos días explicándole la magia de los celulares inteligentes al despistado Jisoo.

La primera semana que Chan pasó con Jisoo también reveló un lado juguetón de él, aún si no la había visto antes. Amaba molestar a su Wielder, porque sabía que Jisoo no se enojaría y disfrutaba más que nada escuchar su tartamudeo. Además, sin que Jisoo lo notase, Chan se había vuelto un tanto sobreprotector con el mayor. Desde el día uno supo que Jisoo era una amable y gentil persona -aunque un tanto despistado e ingenuo, lo cual no era necesariamente una buena combinación -y esta impresión sólo se volvió más fuerte con el paso del tiempo. Chan culpaba a su estatus de Guardian por su deseo secreto de envolver al otro en sabanas y esconderlo del mundo cruel.

The Others | Joshua haremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora