Capítulo 5

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— ¡¿Jongin?! — exclamó el castaño al ver al apuesto chico delgado de tez morena y cabello negro. Era uno de sus amigos más cercanos, ya que se conocían desde los siete años.

— ¡Minho! — saludó energéticamente — que bueno que llegas, amigo.

— ¿Qué crees que estás haciendo? — en ese momento Lee Taemin desvió rápidamente la mirada.

— No tiene mucho que llegué. Y pues, se me hizo sospechoso que este chico estuviera merodeando afuera de tu casa — respondió sin aun soltarlo — ¿lo conoces?

Minho se interpuso entre los dos y alejó cuidadosamente la mano de su amigo de la muñeca de Taemin — es mi vecino. Vive a un lado.

— Oh.... — susurró apenado Jongin y acto seguido miró al pelinegro — lo lamento mucho — hizo una reverencia — en serio lo lamento. Si me hubieras dicho desde un principio que eras vecino de Minho, lo hubiera entendido... ¿por qué no hablaste cuando te pregunté quién eras? Pensé que querías robarle a mi amigo — hizo puchero — en serio lamento si te llegué a lastimar.

Taemin no dijo nada y solo se limitó a sobarse. El castaño tocó ligeramente la espalda del chico con su palma derecha — ¿Te encuentras bien, Taemin?

— S-sí — habló en voz baja — gracias.

El corazón de Minho se aceleró al escucharlo hablar, ya que nunca había llegado tan lejos al querer interactuar con el chico que le gusta. Le fue imposible no disimular su alegría y sentía que poco a poco sus mejillas comenzaban a teñirse de rosa — ¿necesitabas algo? — aclaró su garganta ya que le había temblado la voz.

— M-mi abuela... quiere invitarlos a cenar.

— ¡¿En serio?! — preguntó con asombro y Taemin asintió sin mirarlo — muchas gracias por la invitación. ¿A qué hora debemos llegar?

El pelinegro comenzó a tensarse — a las 8.

— De acuerdo, llegaremos puntuales. ¡Muchas gracias, Taemin!

El chico no respondió. Se dio la vuelta y prácticamente corrió hacia su domicilio y cerró la puerta de manera escandalosa. Minho observó la casa del chico y de su boca fue inevitable que no saliera un suspiro. Se sentía muy ansioso de que llegara la hora de la cena. Ahora tenía el pretexto perfecto para llevar el pastel de zarzamora.

— Tu vecino es un poco extraño... ¿no lo crees?

— No. No lo es. Además... casi no interactúo mucho con él. No sale muy seguido de su casa.

— En ese caso, creo que algún día lo invitaré a salir — el castaño dejó de sonreír y observó a su amigo — ¿qué? ¿dije algo malo, Minho?

— No... pero no quisiera que salgas con él.

— ¿Por qué? ¿acaso te gusta tu vecino? — preguntó en broma.

— Mucho — respondió sin dudarlo. Jongin entreabrió ligeramente los labios del asombro y después sonrió perversamente.

— Genial. En ese caso, hagamos una cita doble. Tú con él, y yo con mi chico.

— Espera... ¿estás saliendo con alguien?

— Sí. Con Do Kyungsoo. No lo conoces ya que vamos en escuelas diferentes. Mientras que nosotros permanecemos...— hizo una pausa al recordar que recién se habían graduado — perdón... permanecíamos en la P.J.S, él estudia en la K.Y.W. No me digas que no te conté acerca de él.

— En efecto. Me acabo de enterar — se hizo el ofendido.

— Lo lamento. Yo pensé que sí — sonrió apenado.

Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora