Capítulo 22

91 15 10
                                    


Había transcurrido una semana exactamente desde la última vez que Choi Minho vio a Lee Taemin. Durante ese periodo de tiempo, el castaño esperó a su vecino en la banqueta cada noche para poder hablar con él y ponerlo al tanto de lo que ha acontecido en su vida.

Pero nunca apareció.

En su mente, quedó grabada con claridad la reacción de su vecino cuando sus padres les revelaron que iban a tener otro hijo:

Tristeza.

Demasiada tristeza.

— ¿En qué tanto piensas? — sintió un ligero golpe en la pierna. Era su hermano mayor, quien se había sentado a su lado en la sala de espera del hospital — ah no, espera... creo que sé la respuesta.

— ¿Por qué Tae habrá reaccionado así? — se giró hacia su hermano, en búsqueda de una respuesta razonable.

— Olvídalo — Siwon movió su mano con un gesto de que se tranquilizara — me equivoqué al decir que sabía la respuesta — esbozó una mueca, sintiéndose como un tonto por haber bromeado — quizá... — entrelazó sus manos y recargó su barbilla en el dorso de su mano — él se siente en cierta forma solo — ni él estaba seguro de lo que estaba diciendo — ¿sabes? Por lo regular los hijos únicos se aburren mucho solos, y, probablemente, él necesita algo de compañía.

— Quizá tengas razón en lo que mencionas... — rascó su barbilla mientras analizaba dichas palabras — sin embargo, hay algo que no encaja en este rompecabezas.

— ¿Cómo qué? — Minho no supo qué responder y él suspiró — escucha Min... no quiero que te la pases torturándote en pensar qué pudo haber pasado para que él reaccionara así.

— ¿Entonces qué propones que haga, Sherlock? Me preocupo mucho por él, y el no saber cómo se encuentra es algo que me preocupa como no tienes idea — elevó un poco el tono de voz — cada noche lo he estado esperando con la ilusión de que esa puerta se abrirá tarde o temprano. Más que un avance, este ha sido un gran retroceso. Cada vez que toco la puerta, nadie me abre, es como si nadie habitara esa casa — llevó ambas manos a su cabello y lo jaló con desesperación — creo que conforme van pasando los días. me estoy volviendo loco.

— No te estás volviendo loco, Min. Es normal que te preocupes así por el chico del cual estás enamorado — colocó su mano derecha en el hombro de su hermano menor y lo atrajo hacia él, dándole un pequeño abrazo — Lo mejor es que hoy no te quedes en el hospital y vayas a descansar. ¿De acuerdo?

— Pero...

— Minho — repitió su hermano con tono de regaño.

— De acuerdo — suspiró y se incorporó — voy a caminar durante un largo rato.

— Te llevaré.

— No es necesario.

— Min.

— Won.

— ¿Estás seguro de que no quieres que te lleve a casa? Está Minseok con Jongin, lo cual quiere decir que Jongin no se quedará solo y que está en buenas manos. Además, recuerda que el camino desde aquí hasta nuestra casa es muy largo.

— Está bien — suspiró resignado — me convenciste.

Durante el trayecto hacia el domicilio de los Choi, los hermanos comenzaron a dialogar con respecto a lo que iban a hacer cuando su madre se aliviara, ya que querían poner de su parte para solventar los gastos de su hogar.

—...el señor Kwon me hizo una tentadora oferta para que lo apoye en su bufete de abogados — reveló Siwon — pero si acepto, tendría que ver a Yuri constantemente y eso es lo que menos quiero.

Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora