Capítulo 25

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Las lágrimas de Lee Taemin resbalaban estrepitosamente sobre sus mejillas, siendo incapaz de reprimir la gran tristeza que habitaba en su ser. Observó con disimulo a Choi Minho, quien se encontraba a unos cuantos metros distante de él, ya que se encontraba conversando con su hermano mayor con respecto al rescate del pequeño felino.

— ¿Crees que podamos conservarlo? — preguntó Minho, con cierto tono de preocupación al escuchar un maullido.

— Probablemente. Mamá se conmueve mucho más fácilmente debido a su embarazo — respondió Siwon mientras observaba el transportador de mascotas color gris que había acomodado en el asiento del copiloto — ¿O quieres que lo conserve Taemin?

— Desconozco si le permitan tener mascotas.

— Yo opino que la abuela Lee es una persona accesible — colocó su mano sobre el hombro izquierdo de Minho y le dio un cariñoso apretón — pero la madre de Taemin... es otra cosa distinta.

— De tan solo ponerme a pensar en las cosas que le ha hecho a él... — se quedó callado y apretó sus dientes un par de segundos — me da muchísimo coraje.

— Ya después hablaremos de eso — trató de tranquilizarlo, proporcionándole otro pequeño apretón en su hombro — ve con él, que el pobre lleva mucho rato esperándote.

El castaño suspiró pesadamente — De acuerdo.

— Les deseo mucha suerte en su conversación.

— Muchas gracias, hermano. Créeme que la necesitaré.

El mayor le sonrió y ambos chocaron los puños — me haré cargo del pequeño Kratos — trató de reprimir su risa al ver la expresión de sorpresa de su hermano cuando escuchó como bautizó al gatito — Si necesitas algo más, no dudes en llamarme.

— Claro. Cualquier cosa, te lo haré saber — palmeó la espalda de su hermano mayor y esperó a que arrancara el auto, para poder así reunirse de nueva cuenta con su vecino.

Se dio la vuelta y solo pudo dar un par de pasos al ver la escena que se proyectaba frente a él. Sintió su corazón encogerse al ver que, tras su ausencia, Lee Taemin se había puesto a llorar.

Se acercó rápidamente a él y al estar cerca, se agachó lo suficiente para quedar a su altura. Lo tomó de ambas mejillas con sumo cuidado e hizo que lo mirara directamente a los ojos.

— Lo siento — hipeó su adorable vecino — lo siento por estar llorando, porque al parecer... es lo único que sé hacer.

— No tienes qué disculparte por ello, Taemin — acarició su mejilla, tratando de borrar los rastros de lágrimas — Eres libre de hacerlo y nunca permitas que alguien te diga que llorar está mal... ¿de acuerdo?

El pelinegro inclinó su cabeza lentamente, quedando su frente recargada en el hombro de Minho — si tan solo... fuera tan fácil.

— Las personas no contamos con un instructivo sobre cómo gestionar nuestras emociones — le acarició la espalda con su mano izquierda — Sin embargo — alejó con delicadeza a su vecino, para poder sentarse a su lado en la banca del parque — hay profesionales que te pueden asesorar para que tengas una buena salud mental — tomó su mano derecha con ambas manos, a pesar de que el chico seguía con la cabeza inclinada — todas las emociones importan, y son quienes definen nuestra esencia.

— Y si... ¿mi esencia es un asco?

Minho entreabrió los labios antes de responder, ya que no se esperaba ese tipo de pregunta — ¿por qué piensas que tu esencia es un asco? Tu esencia es algo muy lindo de ti.

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⏰ Última actualización: Jul 28 ⏰

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Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora