Los señores Choi habían decidido regresar pronto de su viaje a Osaka con motivo de su celebración de aniversario, puesto que ya extrañaban a sus hijos. Y sobre todo... querían darles una importante noticia.
— ¡Cariño! — exclamó la señora Choi desde la cocina — ¡cariño! ¡baja! ¡tenemos que ir ahora mismo al hospital!
— ¿Al hospital, dices? — preguntó su esposo y bajó rápidamente los escalones — ¿le pasó algo malo a nuestros hijos?
— No lo sé — mordió su labio inferior con nerviosismo — Minho me dijo que no me preocupara, pero no me pienso quedar aquí cruzada de brazos a esperar noticias.
— Pero cielo... — utilizó un tono suave de voz al hablar, para poder tranquilizar a su esposa — recuerda que el médico te comentó que no debes de tener fuertes impresiones — se acercó a ella y la abrazó por detrás, recargando su barbilla en el hombro de ella — ¿permitiste al menos que Min te explicara qué fue lo que ocurrió?
— No — admitió, sintiéndose apenada — solo le dije que iríamos al hospital general y...
— ¿Y?...
— Le colgué.
El señor Choi sonrió ampliamente y negó con la cabeza — tan impulsiva como siempre — la tomó de los hombros e hizo que se girara, para verla de frente — cielo, si Min te dijo que no te preocuparas, quiere decir que tanto él como Siwon se encuentran bien. Así que mantente tranquila.
— Pero...
— Pero nada — volvió a girarla, la guio hasta la sala e hizo que tomara asiento en el sillón más grande — ¿por qué no mejor descansas y yo voy al hospital a averiguar qué es lo que está sucediendo?
— Me sentiría más tranquila si te acompaño.
— Cariño — le llamó la atención — Recuerda lo que nos dijo el médico.
— ¡Lo sé! ¡Ya me lo dijiste! — exclamó — Pero ya te dije que no me puedo fiar de esos mocosos. Sabemos cómo son y de lo que son capaces de hacer.
Ante esa frase, en la mente del señor Choi se formaron pequeños flashbacks. En los cuales recordaba las locuras que llegaron a hacer sus dos hijos cuando eran más jóvenes. Como aquella ocasión en la cual Minho estuvo a punto de incendiar la casa al quemar un oso de peluche y las cortinas de su habitación.
En ese instante el teléfono comenzó a sonar. La señora Choi estuvo a punto de contestar, pero su esposo fue mucho más hábil en agarrar el aparato electrónico — residencia de la familia Choi. ¿Con quién tengo el gusto?
— ¿Papá? — escuchó la voz de su primogénito desde la otra línea — Minho me dijo que le acaba de marcar mamá y que vendrían al hospital. ¿Cómo se encuentran? ¿qué no se supone que volverían dentro de una semana?
— Nosotros estamos bien. Hubo un ligero cambio de planes y por eso decidimos volver antes de lo estipulado. ¿Cómo están ustedes? ¿qué hacen en el hospital?
— Bien... nosotros estamos bien — suspiró profundamente — Es algo complicado. Nos encontramos acompañando a Jongin porque alguien lo dejó muy malherido. Aún no sabemos con exactitud cómo es que ocurrieron los hechos... y pues, pensábamos quedarnos y acompañar al señor Kim.
— Oh... es una pena lo que le pasó a su amigo — volteó a ver a su esposa y notó que ella ya se había incorporado de su asiento — No se preocupen, pueden hacerlo. Pero lo mejor es que se turnen. Cuando sea el turno de Minho de descansar, márcame para ir por él.
— De acuerdo, yo te avisaré. Aunque realmente ninguno de nosotros tiene intención de irse... ¡ah! Y papá...
— ¿Sí, Siwon?
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Eres hermoso [2Min] ©
Fanfiction"¿Qué tanto estarías dispuesto a hacer para sanar las cicatrices de una persona? Esta es la historia de Choi Minho, un chico muy alegre, sociable y amante del basquetbol que siempre está dispuesto a ayudar y animar a sus seres queridos cuando más lo...