Eres hermoso [2Min] ©

Capítulo 14

Los chicos trataban de correr lo más rápido posible hacia el domicilio de Lee Taemin. Por un instante, Junmyeon estuvo a punto de tropezar con una lata que estaba tirada en la calle, pero su hermano fue mucho más ágil en ayudarlo, sosteniéndolo del brazo y jalándolo hacia él. El chico de lentes observó a su hermano mayor un breve instante y le agradeció sin la necesidad de articular alguna palabra.

— Sigan sin mí — habló Onew mientras se sostenía el pecho — creo que... — comenzó a toser fuertemente — me quedaré a... — volvió a toser y se sentó en la banqueta — descansar un poco — apretó los ojos al sentir una punzada en el pecho.

Los chicos se detuvieron y lo observaron con mucha preocupación. Lee Jinki se veía muy pálido, como si se estuviera a punto de desmayarse. Antes de que Minseok se ofreciera a hacerle compañía a su primo en lo que se recuperaba... para sorpresa de los presentes, Shim Changmin se ofreció primero en hacerlo.

— ¿E-estás seguro? — preguntó Minseok con cierto recelo.

— Sí — respondió de inmediato — Nosotros los alcanzaremos después — Siwon alzó una ceja y observó atentamente a su mejor amigo — ¡¿Acaso no confían en mí?! — se exaltó.

— ¡Basta! ¡Hagámosle caso y sigamos! — exclamó Kibum con desespero y los demás chicos asintieron y retomaron su andar.

— ¿Qué estás planeando? — preguntó Jinki y soltó un jadeo de dolor — ¿Acaso piensas vengarte de mí por lo que te dije hace rato?

— No digas tonterías — gruñó Changmin y se cruzó de brazos — no soy tan terrible persona. Es solo que... mi carácter cambia al jugar.

— Pues deberías mejorar en eso — trató de incorporarse y se tambaleó en el intento. Shin Changmin fue más ágil y se agachó hasta su altura. Lo sostuvo por detrás, colocando sus manos sobre los hombros del chico — ¿Por qué?

— ¿Qué?

— ¿Por qué te quedaste conmigo?

— No es bueno dejar atrás a un compañero de equipo.

Jinki abrió los ojos, incrédulo de las palabras que acababa de escuchar y esbozó una débil sonrisa, aprovechando que el ex líder del equipo no podía verlo de frente.

Paralelamente, los muchachos seguían corriendo sin parar. Al dar la vuelta en la esquina, justo para llegar a su destino, vieron a lo lejos a Minho, quien se encontraba sentado en la banqueta de su casa. Los chicos bajaron su velocidad y se acercaron a él.

— ¿Qué pasó? — se aventuró a preguntar su hermano mayor. El castaño no respondió la pregunta. Tenía la mirada perdida — ¿Min? — volvió a insistir. Los chicos intercambiaron miradas para ver quién era el siguiente en animarse en hablar con él.

— Amigo... ¿Qué ocurrió? — habló finalmente el rubio.

— Soy un inútil.

Los chicos intercambiaron miradas de extrañeza.

— ¿Por qué lo dices? — preguntó Junmyeon. Tanto él como su hermano mayor, se sentaron al lado del chico de ojos grandes.

— No pude defenderlo — cubrió su rostro con sus brazos — no pude defenderlo de su propia madre — se entrecortó su voz.

— Pero Min... ¿Qué pasó exactamente? — interrogó Siwon.

— Su madre lo abofeteó y yo no pude hacer nada al respecto — sujetó su cabello con desespero y lo jaló — me quedé en shock... ¡Soy un completo idiota!

— No eres un...

— ¡Claro que sí! — interrumpió a su hermano — En el momento que pude reaccionar... ya me estaban cerrando la puerta en la cara — volvió a cubrir su rostro — si tan solo hubiera reaccionado a tiempo... No estaría aquí, sino allá adentro con él, protegiéndolo.