Capítulo 8

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Faltaban un par de horas para que los chicos se dirigieran al parque y tuvieran ese tan ansiado encuentro de baloncesto. Kim Minseok les preguntó a sus amigos con anticipación si podía invitar a su primo, a lo cual accedieron ya que así estarían todos completos.

— ¿A qué bando crees que Taemin quiera pertenecer? — preguntó Jonghyun. Estaba en medio de una llamada telefónica con el castaño.

— Obviamente nos elegirá a nosotros. Somos los mejores — sonrió. Se encontraba dando vueltas en su habitación — lo que sí les voy a encargar a los demás... de manera general... es que no juguemos tan brusco... no quiero que lo espantemos.

— Eso hay que decírselo a Changmin, amigo. Él es el que empieza siempre con los conflictos.

— Sí... pero bien que le seguimos. Así que no estamos exentos ¿eh?

El rubio bufó — eso no quita el hecho de que él siempre empieza — soltó un pequeño quejido — perdón, al querer girar en la cama me lastimé con el control remoto. ¿Crees que el primo de Minseok sepa jugar?

— La verdad no tengo idea, pero dice Siwon que no debemos de confiarnos demasiado.

— Eso es cierto. Hay jugadores que pretenden ser torpes pero luego le dan la vuelta al asunto y terminan por masacrarte en el juego — hizo una mueca — yo confío en que ganaremos.

— Yo igual.

— Oye... ¿y si vamos de una vez al parque para darle a tu crush un pequeño entrenamiento?

— No creo que se pueda. Además, no quiere dejar tanto tiempo sola a su abuela.

— Oh, entiendo. En ese caso, cuando sea hora, le damos rápidamente unos consejos para que sepa el momento exacto en el cual deba atacar al otro equipo. La ventaja de esto es que siempre usan la misma estrategia, por eso es tan fácil ganarles.

— No te confíes, amigo. Que con la llegada del primo de Minseok su estrategia puede cambiar bruscamente para mejor.

— Y eso si Changmin lo permite. Como es el líder de su equipo.

— Corrección: Él fue el que se autodenominó líder del equipo.

— Parece un Hitler — ambos rieron ante tal comparación.

— Ni Hitler se atrevió a tanto a comparación de él cuando toca el balón — aclaró su garganta — ¡Kim Minseok! Presta atención durante el juego. ¡Kim Junmyeon! No seas tan despistado — imitó la voz de Shim Changmin. Desde el otro lado de la línea se escuchó la meolodiosa carcajada de Jonghyun.

— ¡Te salió igualito! — dijo entre risas — pero sabemos que les dice cosas peores.

— Lo sé, pero no quería repetirlo — confesó y dio un pequeño respingo al recordar cómo se comportaba su amigo en cada encuentro.

— Hiciste bien — ambos guardaron silencio durante cinco segundos, hasta que el rubio decidió volver a hablar — Oye, Minho...

— ¿Sí, Jjong?

— Te resultará extraño lo que voy a preguntarte.

El castaño sonrió — Hasta este punto nada puede parecerme extraño, querido amigo. Hemos hablado demasiados temas random, y sobre todo... hemos visto de todo en internet por andar de curiosos. ¿Te acuerdas de ese video de las dos chicas que de repente...? — no pudo completar la frase ya que su amigo lo interrumpió.

— No me lo recuerdes, que gracias a ese video me dio un tremendo asco el chocolate por un largo tiempo — dijo rápidamente.

— Lo siento.

Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora