Capítulo 3

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Choi Minho no había podido conciliar apropiadamente el sueño. Le intrigaba saber qué hacía Lee Taemin afuera de su casa a esas horas de la noche. Sonó su alarma, la cual se encontraba encima de su mesita de noche, y por primera vez agradeció escuchar dicho sonido sin llevarse un susto. Se incorporó de su cama y comenzó a prepararse para darse una ducha. Al terminar de bañarse, se enredó una larga toalla color blanco en la cintura y se dirigió a su cuarto. En el trayecto se encontró con su hermano, quien usaba una bata negra y sandalias del mismo color.

— Me sorprende que hayas despertado tan pronto, Min. Y me sorprende aún más que te hayas bañado tan temprano.

— No pude dormir muy bien que digamos.

— ¿Tuviste pesadillas o algo así? Te dije que dejáramos algo de pizza, pero ustedes siguieron comiendo como pelones de hospicio.

— No, no tuve pesadillas. Solamente se me dificultó dormir — comenzó a secarse el cabello con una pequeña toalla azul que llevaba consigo.

— ¿Algún pensamiento en especial? — antes de que Minho hablara, prosiguió — espera, no me lo cuentes aun. Deja me baño y en un rato hablamos, hermanito. ¿Te parece? — asintió el menor en respuesta — de acuerdo. Trataré de no tardar duchándome.

Media hora después, ambos se encontraban en el comedor disfrutando de un sencillo desayuno: Cereal con leche.

— Ahora sí, Min. Puedes contarle a tu genial hermano mayor qué es lo que te pasa.

El menor esbozó una pequeña sonrisa — Se trata de Lee Taemin — se llevó a la boca un pequeño bocado de cereal y masticó lentamente, tratando de buscar las palabras adecuadas en su mente — ayer noté algo que... bueno... noté que su mirada reflejaba mucha tristeza.

— Oh — agarró una servilleta y se limpió la boca — yo he visto en él ese tipo de mirada muchas veces. No es por alarmarte — aclaró al ver a su hermano incorporarse y abrir los ojos abruptamente — siéntate — el menor obedeció — a lo que quiero llegar es que... me sorprende que apenas lo hayas notado.

— Raras veces me toca verlo. Tú tienes más suerte que yo — suspiró — quisiera saber qué es lo que le pasa, pero sé que si tratara de acercarme a él... volvería a asustarse.

— Hmh — Siwon acarició su barbilla, tratando de crear un buen plan — ¡lo tengo! — chasqueó los dedos — Llevémosle un pequeño obsequio a la abuela Lee y hagámosle una pequeña visita — cada que la abuela de Lee Taemin se quedaba sola, Siwon se ofrecía a hacerle compañía. Ella era una viejita muy dulce y simpática que siempre le solía contar anécdotas de cuando ella era joven, todas ellas respecto al montón de pretendientes que tuvo en su juventud. Y no era para menos, ya que Siwon tuvo la oportunidad de ver fotos de ella en su juventud y pudo apreciar su belleza.

— ¿Y qué quisieras que le lleváramos?

— Un postre. Específicamente un pastel de zarzamora, ya que a ella le encanta. No estaría mal incluir unos macarrones, pero creo que ya sería demasiado. ¿Qué opinas, hermanito?

— Me parece bien, Siwon — contestó, sintiéndose más animado — ojalá resulte.

— Ya verás que sí. Y de preferencia, procura disimular que Taemin te gusta.

— ¿Eh? ¿Pero cómo lo...? — no pudo completar la oración ya que su hermano lo interrumpió.

— Somos familia. Te conozco perfectamente, Min. Y si piensas que me voy a burlar de ti o algo por el estilo, estás muy equivocado — soltó una pequeña risa al ver la expresión de sorpresa de Minho — ¿Sabes? me encantaría hacerla de cupido entre ustedes dos, pero siento que si intervengo... las cosas no saldrían del todo bien.

— Entonces, si no quieres intervenir ¿por qué me ayudarás con lo del pastel? — preguntó el castaño mientras fruncía ligeramente el entrecejo.

— Eso es punto y aparte. En lo que yo hablo con la abuela Lee, tú puedes tratar de conversar con Taemin. A lo que yo me refería es que no quiero intervenir entre Taemin y tú de manera directa. ¿O a ti te gustaría que conversara con él? Capaz y se fija en mí y no en ti, y no lo culparía, ya que soy muy apuesto — sonrió ladinamente.

— ¡JA! Eres muy gracioso — comentó sarcásticamente y le fue imposible no rodar los ojos.

— Las cosas se darán en el momento que menos lo esperes — le dio una palmada en el hombro — así que... terminemos de comer y vayamos a comprar ese pastel.

— ¿Qué? Y-yo no pensé que pusiéramos tan pronto el plan en marcha.

— Ya sabes lo que dicen: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Muchas personas no se lo toman en serio, y es por ello que hay tantos estudiantes lloriqueando en la recta final del ciclo escolar. ¿O no?

— Que indirecta tan directa para mí — ambos rieron.

Al terminar su desayuno, se dedicaron a terminar los deberes que tenían pendientes, ya que faltaba tiempo para que la pastelería abriera. Minho se sentía mucho más motivado y de manera inconsciente, estaba armando en su mente una conversación entre Taemin y él. Se dio una bofetada en la mejilla mientras se repetía a sí mismo que no se obsesionara con el tema.

Al terminar de limpiar su habitación, Minho sintió la vibración de su Smartphone, el cual estaba dentro de su bolsillo delantero de su pantalón de mezclilla. Sacó su celular y se percató de que le había llegado un mensaje de su mejor amigo:

"Hoy es el gran día. ¿Nos podemos reunir en un par de horas? Creo que me voy a entretener un poco con unas cosas que tengo pendientes. ¡Oh! Por cierto, Junmyeon vendrá con nosotros"

El castaño tecleó rápidamente su respuesta:

"De acuerdo. Le diré a Siwon que nos acompañe, él sabe más de estas cosas".

Un par de segundos después, recibió solamente en la bandeja de mensajes el emoji con gafas negras.

— ¿Ya estás listo, Min? — escuchó el grito de su hermano, el cual provenía de la parte de abajo.

— ¡Sí! Ya voy — guardó su celular en el mismo lugar y bajó con rapidez los escalones. Se dirigió hacia la sala y se encontró a Siwon, quien estaba revisando que todo estuviera en orden en su cartera.

Salieron de la casa y se dirigieron a la pastelería, la cual se encontraba prácticamente a una cuadra. Ambos chicos suspiraron al entrar al establecimiento y sintieron de nuevo ganas de comer al deleitarse del aroma de los postres. Una mujer los atendió amablemente. Además del pastel de zarzamora, los hermanos compraron un pastel de chocolate, ya que no querían quedarse con las ganas de disfrutar un postre.

Al ir de regreso a casa, Minho dio un pequeño respingo al ver a Lee Taemin salir de su casa para recoger el periódico que se encontraba tirado afuera de su domicilio.

— ¿Qué esperas, Min? Apresúrate — lo animó su hermano. El castaño asintió y aceleró el paso mientras rogaba silenciosamente que el pelinegro no parara de contemplar el periódico.

— Buenos días, Taemin — el mencionado soltó un pequeño grito, volteó y miró a Minho con una expresión de temor — me preguntaba si... — no pudo completar su pregunta ya que Taemin volvió a entrar rápidamente a su casa. El castaño suspiró derrotado y sintió una mano posarse encima de su hombro.

— Tranquilo. Nuestro plan apenas comienza.

— No creo que nos reciban. Al parecer mis sospechas son ciertas... me odia.

— Pues yo no lo creo. Vayamos a guardar el pastel de chocolate y volvamos después. ¿Te parece? — el castaño asintió. Ambos chicos entraron a su casa. Siwon vio tan preocupado a su hermano, que le dio una rebanada de pastel para tratar de animarlo.

— Siwon — le habló al terminar su postre — Le comenté a Jonghyun que nos acompañarías a comprar unas cosas para preparar la sorpresa para Kibum.

— ¿Y por qué no me consultaste primero si yo tenía tiempo? — alzó una ceja el mayor y de inmediato relajó su semblante — Y... ¿Seremos solo nosotros tres?

— No. Junmyeon también irá.

Siwon se dio la vuelta, dándole la espalda a su hermano — Hmmm... entonces acepto.

Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora