Después de tantas cosas agobiantes planee una salida con mi mejor amigo para poder distraerme un rato de todas esas cosas que conllevaba la realeza.
Llegue al centro comercial acompañada de mis guardaespaldas llamando la atención de las personas que se encontraban ahí, uno que otro se acercaba a mi para saludarme o pedirme un autógrafo, debia confesar que aun no me acostumbraba del todo a ser reconocida. Divise a Eduardo a lo lejos y caminé hasta donde se encontraba para poder saludarlo finalmente.
—Hey, hola, pensé que llegarías mas tarde
—Hubiese llegado un poco antes pero las personas se emocionaron al verme—me sonrió
—Es parte de tu nuevo rol
—No se si poder acostumbrarme algun día
—Lo harás, solo tienes que tener paciencia—hice una mueca
—Paciencia es en lo unico que pienso cada que veo al primer ministro—Eduardo solto una risita—ya no hablemos de eso, vamos a elegir la película, necesito dejar de pensar en el palacio y esas cosas
—Oh, hay una buena que apenas pusieron en cartelera, estoy seguro que te gustará
—Lo que sea estara bien
—Vamos, la función esta a punto de comenzar—asentí
Nos encargamos de comprar nuestras entradas y nuestras palomitas antes de entrar a la función, aunque a mitad de la película nos salimos debido a lo aburrida que estaba.
—Pensé que habías dicho que era buena—tire mi envase de refresco a la basura
—El tráiler daba muchas expectativas—dibujo una mueca—fue una basura
—¿Ahora que hacemos?, no quiero volver al palacio
—Vamos al supermercado, a ver que podemos comprar mientras pensamos en algo
—De acuerdo
Los dos caminamos hacia el supermercado para tratar de matar el tiempo, paseamos por todos los pasillos hasta que llegamos al de juguetes y nos entretuvimos viendo los juguetes que habiamos deseado en nuestra infancia.
—Recuerdo cuando llegaba el dia de reyes, mis padres me decían que pusiera mi carta en el arbol de navidad para que los reyes magos supieran que juguetes deseaba
—Lo recuerdo muy bien, nunca nos llegaban los juguetes que queriamos—deje la caja de muñecas en el anaquel—siempre venias a casa para saber si me habian llegado el juguete que habia pedido
—No fueron tiempos muy buenos—note su mirada en la caja de pistas de carrera que tenía en sus manos—pero supongo que podíamos agradecer que teníamos juguetes al menos
—Tengo una idea—me miró—demosle esa ilusión a todos esos niños que no pueden recibir regalos el dia de reyes
—¿Hablas de comprarles juguetes?
—Si, solo piensa en su cara de felicidad en cuanto tengan esos juguetes en sus manos
—No puedo negarte que es una buena idea, pero, ¿A donde vamos a ir?, ¿Como vamos a pagar?
—¿Olvidas que tu amiga es de la realeza?, tu solo preocúpate de llenar los carritos—regrese a ver a los chicos—traigan tres o cuatro carros y asegurense de apartar una caja
Los dos se miraron entre sí y luego asintieron antes de que uno de ellos se marchara para tomar los carros del supermercado.
Tomamos cualquier juguete que pensamos que les gustaria a los niños y compramos también unos cuantos botes de helado junto a algunas cajas de barquillos para el helado. Salimos del supermercado y subimos todo a ambos coches.
—¿A donde iremos?—mire a Eduardo
—A la casa hogar que maneja el palacio, ya había ido en una ocasión despues de que me enteré que era una princesa
—¿En que momento?, hace menos del mes que sabes eso
—Mis dias son ocupados
—Hemos llegado alteza
—Perfecto, asegúrate de que bajen las cosas, por favor—pedí y baje del coche con mi mejor amigo
Entré al edificio y pedí hablar con la encargada de la casa hogar.
—Estaremos en deuda con usted, alteza
—No tiene por que, mi mejor amigo y yo creímos que seria buena idea darles esa ilusión de los regalos a los niños que desafortunadamente no pudieron crecer con sus familias
—Muchas gracias a los dos, los niños se alegraran de poder verla de nuevo, los dejo encantados
—Todos son unos niños maravillosos
—Vengan, los llevaré al patio
—Comienzo a sentirme nervioso, jamas habia hecho algo como esto
—No te preocupes, vas a ver que después de este día te sentirás feliz de haber hecho esto
—¿En serio?
—Confia en mí
Lo jale del brazo y lo guíe hasta el pequeño patio donde los niños se encontraban jugando, al verme corrieron a abrazarme y yo los saludé con mucha ilusión.
—Hola a todos, me alegra volver a verlos
—¿Viene a jugar con nosotros?
—Algo mucho mejor—me senté en el pasto—como saben, hace algunos días fue el dia de los reyes magos y al tener mucho trabajo no pudieron traerles sus regalos a tiempo, asi que hablaron con nosotros...—nos señale a Eduardo y a mi—...Y nos pidieron traerles sus obsequios
—¿De verdad?
—Por supuesto, también les trajimos un poco de helado, ¿Les gusta?—asintieron
—¿Que regalos nos trajeron?
—Juguetes—todos celebraron. Gire mi cabeza y les hice una señal a los chicos para que pudieran comenzar a traer las bolsas de juguetes—¿Emociónados?
Todos asintieron. El personal comenzo a traer las bolsas llenas de juguetes y Eduardo y yo nos encargamos de entregarle un juguete a cada niño, les regalamos el helado y Eduardo les leyó una historia a petición de un pequeño niño. Cuando terminamos y vimos que cada niño estaba feliz con sus obsequios, nos despedimos debido a que pronto anocheceria y yo debía estar en el palacio a cierta hora.
—¿Como te sentiste?—lo mire
—Fue genial, poder ver sus ojos echar chispas de felicidad fue lo mejor del mundo, Emma, eso fue...—sonrío—fue increíble, gracias por enseñarmelo
—No tienes por que agradecer, ambos sabemos lo que es tener una gran desilusión y tú mas que nadie sabe lo que pasé cuando mis padres no tenian dinero para comprarme regalos
—No cabe duda que tu abuela eligió a la mejor opción para herederar el trono, estoy orgulloso de ser tu mejor amigo
—¿En serio lo crees?
—Lo haz demostrado, ¿Por que lo dudas?
—Simplemente no puedo creerlo, aun no puedo acostumbrarme
—No te tomara mucho tiempo, cada vez lo haces mejor—sonreí
—Gracias, Eddie—lo abracé—Cesar te llevara a casa, ya les avise
—De acuerdo, te vere después
—Claro
Se despidió de mí mientras se subía al coche de los chicos, en cuanto mire el coche alejarse me subí al mio y pronto tomamos camino hacia el palacio.
Estas pequeñas cosas son las que me convencen de haber tomado una buena decisión.
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•Realeza en México•
Novela JuvenilQuerida Emma, sé que ahora estas desconcertada por la noticia de tú futuro mandato, y sé lo devastada que debes estar al saber que tus sueños no lograran cumplirse. Pero debes poner de lado esos sentimientos para cumplir con tu deber, tu gente neces...