•Realeza en México•

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—¿No estas emocionada?, solo faltan dos semanas para la gran boda real—mire a mi amiga a traves de la pantalla de mi teléfono

—¿Podemos no hablar de la boda?—pregunte mientras dejaba mi botella de agua—es muy pronto para que tenga nervios, tengo demasiadas cosas por pensar

—¿Te refieres a tu apuesto prometido?, las personas no dejaban de decir que la química que tenian era increíble

—Me refería a la coronación, Ana—respondí

—Sabes muy bien como quitarle la diversión a las cosas para ser muy joven—se quejó—pero ignorare eso por que necesito saber, ¿Ya hubo un segundo paso?

—¿Segundo paso?, ¿A que te refieres?

—Sabes a qué me refiero, Ramirez—abri la boca cuando entendí lo que decia

—¡Por el amor de dios Ana!, ¡Solo somos amigos!

—¿Solo amigos?—exclamo—¡Por el amor de dios!, ustedes van a ser marido y mujer

—Hay tiempo para todo

—Emma, vas a compartir habitación con él, cama, baño, hijos, ¡Hijos!—sintetizo en la última palabra—¿Como piensas que se hacen los hijos?, y no puedes negarme que no ha habido besos, esas miradas que te echa dicen lo contrario

Mire hacia un lado avergonzada, había pasado de todo entre nosotros pero aun no habíamos dado el paso mas importante, aunque no era por que ninguno tuviera ganas, creo que simplemente esperábamos el momento adecuado, ninguno queria forzarlo.

—No quiero pensar en eso ahora—desvié el tema, mientras ella bufaba molesta

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Dias después de aquella conversación vergonzosa con mi mejor amiga, llego la noche de la despedida de soltera, asi que lo único importante del día era esa fiesta, mientras podia disfrutar de comenzar mi día mas tarde que los demás y no desaprovecharía esa oportunidad.

—Despierta bella durmiente, hoy te despides de tu soltería—abri los ojos de golpe cuando sentí un peso encima de mi

—¿Que demonios...?—chisté—¡Ana!—la aventé aun lado—¿Que haces aquí?

—Alegrar tu día, ¿No es obvio?

—¿Tienes idea de cuantas oportunidades tengo de despertarme tarde?

—¿Todo el tiempo?

—¡Nunca!—alce la voz—la despedida sera hasta la noche y no tengo ningún otro pendiente el resto del dia, ¡Dejame dormir!—tome mi almohada para tapar mi rostro

—Pero estoy aquí, no puedes ignorar tu visita

—Tú decidiste venir temprano, asume las consecuencias—respondí

—Mmm, no lo creó—me aventó de la cama

—¡Ana!

—Ahora que estas despierta, puedes ponerte esto y comenzar el día—me aventó la ropa a la cama—vamos, te esperaré en el comedor, tienes quince minutos para estar lista

Bufé y me levanté de la cama para darme una ducha antes de tener que salir y soportar el extraño brote de energía de Ana.

Durante el resto del día se la paso pegada a mi, tanto que tuvieron que obligarla a salir de mi habitación cuando llego la hora de arreglarme. Cuando estuve lista, salí de mi habitación antes de que Ana volviera por que sinceramente estaba un poco fastidiada de que no se despegara de mí.