25 de Diciembre
—Primer ministro—salude
—Su alteza real, lamento molestarla tan temprano pero el gabinete sugirió que entre mas pronto hable con usted, mas preparada estará para lo que viene
—¿De que se trata?
—Han pensado que seria buena idea que de también unas palabras para el años nuevo, que las personas vean que su princesa se interesa en su pueblo
—¿Cuando recibiré el documento escrito del discurso?
—Piensan que seria bueno que usted lo escribiera, que se expresará con sus propias palabras
—De acuerdo, lo tendré listo antes de año nuevo
—Vendre un dia antes para asesorarla, tenemos que segurarnos que cumpla las expectativas
—¿No creen que pueda escribirlo sola?
—No se lo tomé a mal, son reglas que forman parte del protocolo—lo miré
—Bien—murmure—me temo que tendré que dar por terminada la reunión de hoy
—¿Tiene planes?
—Me gustaria salir un rato del palacio, he pasado días sin distraerme un poco mientras preparaba mi presentación, espero no haya problema alguno
—En lo absoluto, siempre y cuando sus guardaespaldas la acompañen en todo momento
—Por supuesto—sonreí forzosamente—con su permiso primer ministro—pase a su lado
—Propio, alteza—hizo una reverencia
Seguí mi camino hasta la puerta principal donde me esperaba mi mejor amiga para poder salir un rato. Entré a mi coche y mis guardaespaldas escoltaron el auto hasta llegar al centro comercial.
Al entrar llame la atención de las personas quienes no dudaron en acercarse y saludarme o pedirme algun autógrafo, al principio me sentí nerviosa pero al ver su gran recibimiento me sentí extremadamente feliz, era un sentimiento extrañó. Despues de un rato las personas entendieron que venia a distraerme un rato y me dejaron tranquila el resto del tiempo.
—Uff, aun esta la película que he querido ver en la cartelera, ¿Podemos entrar?—mi amiga me señaló el poster
—¿Estas segura?, es de terror y tú te asustas hasta por una mosca
—Por favor, tampoco es para tanto—la mire
—Tienes una abeja en la cabeza—dije
—¿Que?—abrió los ojos como platos—¡Quitala, quitala!
—¿Asi que no era para tanto?—alce una ceja mientras sonreía burlonamente
—Grosera—farfullo
—Aqui tiene alteza—el castaño regreso con lo que le había pedido
—¿Que es eso?
—Bueno, mientras tú hacias tu drama, le pedí al joven Sánchez que comprará los boletos—se los mostré—vamos, nuestro pedido de dulces debe estar por salir
—No me gusta su superioridad—reí
—Agredeceras mi superioridad—tome las cosas de las manos del chico rubio—esto es de nosotras
—¿Que hacemos con lo demas?—lo mire
—Entraran con nosotras, no puedo tenerlos aquí durante una hora entera, yo no podría
—No tiene por que hacerlo, es nuestro trabajo, no se preocupe
—Es una orden de su princesa—lo interrumpí—no querrás desobedecerme, ¿Verdad?
—Por supuesto que no, su alteza
—Entonces vamos, ya no falta mucho para que inicie la función
—Pudiste pedir la sala para ti sola
—Tampoco quiero aprovecharme de mi titulo—hice una mueca
—Seras una buena reina—me sonrió
—Todos lo dicen—murmure y entre a la sala
Después de soportar los lloriqueos de Ana durante la hora y media de película, salímos del cine para poder ir a comer algo y después fuimos por un helado a nuestra heladeria favorita.
—Buenas tardes, ¿Que puedo ofrecerles este día?
—Tu numero por favor—golpee a Ana en el costado—¡Auch!
—No le hagas caso, a veces suele ser un poco chiflada—le sonreí al chico quien se había sonrojado—yo quiero un helado de vainilla y ella uno de menta con chocolate, pero si te quieres vengar por la vergüenza que te hizo pasar, dale uno de nuez, es alérgica
—¡Oye!—se quejo
—Por supuesto, en un momento se lo entregó
—Gracias
—Eres muy mala
—Debes aprender a respetar Marcos
—Ugh, no me llames por ese apellido, sabes que lo odió
—Precisamente
—No puede ser que después de tanto años sigas siendo una chica molesta—gire mi cabeza
—¿Que te puedo decir?, aprendí de tí—sonrío
—Es bueno volver a verte Emma, o tal vez debo llamarte, ¿Alteza?—sonreí y me acerque para abrazarlo
—Te extrañe mucho, ¿Cuando volviste?
—Hace unos días, te vi en televisión y tenia que buscarte, me enteré por internet que estabas aquí
—Eso conlleva ser una persona popular
—Bueno, soy el mejor amigo de la princesa, soy afortunado
—Siempre pensando en tu bienestar Eduardo—negue con una sonrisa—¿Vienes?, estoy con mi mejor amiga
—Por eso esa chica me mirá con una cara extraña
—Tiene una obsesión por que consiga un novio
—Eso veo
—Ven conmigo—lo jale
Le presenté a Ana y ambos se llevaron bien de inmediato, incluso pelearon un par de veces por quien me conocia más y aunque Eduardo era quien mejor me conocía, no quería hacer sentir mal a mi mejor amiga.
Volvimos al palacio casi al anochecer y tuve que ir a ver algunos papeles que tenia que firmar, aunque el primer ministro se empeñara en que todavia disfrutará de un poco de libertad, era algo que no podia evitar siendo que yo era la próxima reina y habría uno que otro documento que necesitará mi aprobación y firma.
Regrese a mi habitación después de dos horas revisando esos papeles y me acoste en mi cama decidida a poder dormir un rato antes de que se hiciera mas noche y mis pensamientos no me dejarán dormir. Todo esto aun me parecía...complicado.
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•Realeza en México•
Teen FictionQuerida Emma, sé que ahora estas desconcertada por la noticia de tú futuro mandato, y sé lo devastada que debes estar al saber que tus sueños no lograran cumplirse. Pero debes poner de lado esos sentimientos para cumplir con tu deber, tu gente neces...