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Suspire entre una mezcla de nerviosismo y molestia, no me gustaba nada la idea de tener que llevar guardaespaldas a mi luna de miel y aun me daban miedo los aviones, no quería lidiar con nada en una fecha que debería ser especial, a pesar de ser parte de mis deberes reales. Era molesto.

—Oye, tranquila—me tomo de la mano—no es la primera vez que viajas en un avion

—Lo se, pero eso no evita que me ponga nerviosa—apreté su agarre—no me gusta tener que llevar a los chicos a la luna de miel, debe ser especial, no algo incómodo

—Nada va a salir mal, no debes preocuparte por nada—bufe—despeja tu mente y relajate, cuando lleguemos haremos miles de actividades divertidas

—Eso espero—me sonrío

—Recuerda, buena actitud, ¿De acuerdo?—sonreí levemente y asenti

—De acuerdo

Despues de largas horas de vuelo llegamos al destinó seleccionado, al ser una luna de miel de la realeza no estaba planeado un viaje y mas con la coronación en puerta, pero digamos que pude salirme con la mía y logré que la luna de miel fuera en Canadá, pequeño capricho mio.

Al ser parte de la realeza y personas del todo importantes, el palacio decidió alquilar una pequeña casa a las afueras de la ciudad de Québec, así que tardamos un par de horas en llegar.

—Finalmente—exclame alegré—una cama—me deje caer de espaldas—estoy exhausta

—Digo lo mismo, comenzaba a desesperarme—se dejo caer a mi lado—¿Que hora es?—mire el reloj de mi muñeca

—Las 10:00 de la mañana—respondí—no tengo animos de salir hoy, quiero dormir

—Estoy igual que tú—bostece—¿Y si nos tomamos este dia para descansar?, nos quedaremos aquí y mañana saldremos a disfrutar de la ciudad

—Excelente idea—lo apoye y me levanté de la cama—antes tomare una ducha, no soporto seguir con esta ropa

—Estoy tan cansado como para hacer un comentario al respecto—me reí y bese su mejilla

—Que encantador eres—sonrío

—Lo sé—rodé los ojos divertida y caminé al baño

Al día siguiente los dos nos levantamos a la hora que se nos dió la gana y con muchísima mas energía que el día anterior, habiamos dormido como nunca antes y ahora estabamos listos para conocer la ciudad.

—¿Es necesario que tus guardaespaldas deban ir detras nuestro?—mire hacia atras un segundo

—Siempre deben ir unos pasos atras de mí, es protocolo—respondí mientras volvía mi mirada al caminó

—¿No crees que es algo molesto?

—No puedo hacer nada contra eso, ya una vez me apuñalaron, ¿Lo recuerdas?—lo miré—no puedo arriesgarme

—Bueno, viéndolo así

—No seran molestia alguna, tranquilo

—Te creó, siempre lo hago—beso mis labios—¿Y bien?, ¿A donde quieres ir?

—¿Por que no eliges tú?

—Bueno, aun no hemos desayunado nada, vamos a una cafetería

—¿La futura reina en una cafetería?, que escandalo

—Vivamos de los rumores—sonrío—venga, vamos

Sonreí de vuelta y lo seguí, pronto llegamos a una cafetería que parecía ser poco concurrida, asi que decidimos entrar y disfrutar de un poco de tranquilidad, después de todo eramos reconocidos en las calles y la gente se acercaba a saludarnos o pedirnos un autografo.

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