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—Alteza, llego este recado desde las oficinas del gabinete de parte del primer ministro para usted—tome el pedazo de papel que el mayordomo me extendía

—Gracias—agradecí mientras desdoblaba la hoja

“La respuesta de parte de la casa Black llego esta mañana. El duque ha aceptado nuestra invitación y vendrá con su familia un par de semanas, contaremos con su presencia el dia domingo”

Me levanté de mi silla en cuanto leí su nota y camine hacia la salida del comedor olvidando por completo mi desayuno.

—Llamen a mi doncella y preparen el palacio para recibir visitas, llegaran en tres días—informe a los lacayos que se encontraban cerca

—Por supuesto, alteza

Prácticamente corrí hasta llegar a mi habitación y poder comenzar a planear esa visita, sabia que el primer ministro se encargaría de la mayor parte, pero era mi trabajo ser una buena anfitriona y causar una buena primera impresión.

—¿Me buscaba alteza?—gire mi cabeza

—Si, necesito tu ayuda

—¿En que puedo servirle?

—Tengo muy poco tiempo pero de verdad necesito encontrar un buen vestido que no sea tan formal ni elegante, pero que sea decente para recibir la visita del duque de Dinamarca

—Tengo todo controlado, no se preocupe—me sonrió furtivamente—¿Cuando sera esa visita?

—Tecnicamente ya son dos días y medio pero dejemoslo en tres

—Si es poco tiempo, pero no es imposible lo que me pide—penso un poco la situación—ya lo tengo, vendre más tarde para traerle algunas opciones

—Gracias señorita Solano, no sabes cuanto me ayudas

—No hay de qué

Despues de hacer una reverencia, mi doncella se marchó de mi habitación y me deje caer en mi cama para pensar en que otra cosa tenia que hacer.

—¡Joder, la comida!

Asi como me senté, me levanté en seguida y sali de mi habitación para encargarle al jefe de cocina un menú para la cena de bienvenida.

Al parecer tenia la mayoria de la cosas cubiertas y cómo al ser la princesa no era tan bien visto que corriera como loca por los pasillos, mantuve la compostura y camine a la oficina de mi padre y entré después de escuchar su afirmativa.

—Hola, papá—lo saludé

—Hola cariño, ¿Que te trae por aquí?—me sonrió en cuanto me vió pasar la puerta y dejo su trabajo aun lado para prestarme su total atención

—Bueno, ayer elegí a un posible futuro esposo y hoy llego la respuesta hacia nuestra invitación

—¿Tan rápido?

—Me llevo muchas horas a decir verdad...—murmure—...la situación es, que vendrán de visita dentro de tres días y te necesito a tí y a mamá a mi lado ese día

—Sabes que puedes contar con nosotros querida—sonreí aliviada—estaremos ahí

—Gracias papá

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