❝No sé quién seas o por qué demonios estás leyendo esto, pero como soy una buena persona, te daré un consejo: si algún día te encuentras con una moneda extraña en cualquier lado, déjala ahí, solo va a traerte problemas; te meterá dentro de un traje...
❝Todo lo que sé es un simple nombre y que todo ha cambiado.❞
𓂅Taylor Swift ft. Ed Sheeran
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La nariz comenzó a sangrarle una vez más y dejó escapar una maldición. Agradeció internamente que YeRim estuviese en clases o se preocuparía. Él, por el contrario había tomado todos los exámenes de convalidación posibles para no tener que perder su tiempo en cosas que ya sabía. Alzó la cabeza un rato, pero el sangrado no se detenía, si veía a MinHyuk durante el día le pediría un poco de ayuda aunque le hiriese en el ego.
Era algo molesto, pero había desarrollado cierto apego por el castaño, era alguien fastidioso que no le dejaba en paz, pero tenía que reconocer sus esfuerzos, sobre todo porque no eran falsos y no parecía querer conseguir algo suyo, en todo caso el beneficiado era él mismo.
A HoSeok le dolía la cabeza, Saturno seguía intentando hablar con él, y por mucho que intentase dejarle fuera siempre conseguía una forma de escabullirse en sus pensamientos: Consigue sus monedas; mata al chico de amarillo; deshazte de Plutón; deja a esa chica, no te conviene... Y así y así, su cabeza estaba a punto de explotar, su cerebro pretendía intentar tomar el control y echar al intruso, pero era difícil, Saturno parecía tener la habilidad de manejarlo a su antojo, o quizás era simplemente que necesitaba un cuerpo y lo había elegido a él como castigo.
Expulsó un halo de energía, sin siquiera saber exactamente cómo, pero que destrozó los ordenadores de la oficina, fracturó un poco el vidrio polarizado de las ventanas y desorganizó todo... YeRim le iba a matar. Se dejó caer al suelo, ocultando su rostro entre sus manos, agradeciendo que las paredes fuesen a prueba de sonido por el contenido con el que trabajaban, porque realmente no estaba para lidiar con entrometidos.
Aun así, tres intrusos llegaron, o al menos pudo ver sus piernas. Al alzar los ojos se encontró con un MinHyuk que le veía preocupado, sus ojos abiertos de par en par, HoSeok se llevó una mano a la nariz, notando que estaba sangrando de nuevo. Al lado del chico castaño estaba HyunWoo, quien le extendió una mano y le levantó sin preguntar nada; con ellos estaba HyungWon, el último con un chasquido dejó la oficina en perfectas condiciones. El Dios se veía sorprendido, su expresión era casi indescifrable, manteniéndole la mirada.
—Supongo que entonces es cierto que no eres un semidiós. —le dijo, cruzándose de brazos y mostrándole sus ojos grises, intentando ejercer dominancia—Increíble, realmente eres como yo.
HoSeok no entendió a qué se refería, pero no le prestó atención pues mientras MinHyuk le transmitía un poco de energía, sentía la mirada poderosa de HyunWoo sobre él. Entrecerró los ojos, pensando en si hacerlo o no. Apretó los puños, lo haría por YeRim.
—Tiene pensado hacerse conmigo totalmente para la semana que viene, me está dando tiempo para que termine mis asuntos. —explicó, sus propias palabras teniendo peso en él—Quiere hacer un espectáculo en el centro de la ciudad, dejarle saber a todos que está de regreso, que la humanidad vuelva a reconocer su nombre y comenzar la Titanomaquía contra los dioses.
