❝No sé quién seas o por qué demonios estás leyendo esto, pero como soy una buena persona, te daré un consejo: si algún día te encuentras con una moneda extraña en cualquier lado, déjala ahí, solo va a traerte problemas; te meterá dentro de un traje...
❝Este tenso juego con lanzas y escudos,las preocupaciones sobre el mañana están muy, muy lejos❞ 𓂅 Monsta X
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MinHyuk aparcó fuera del departamento de sus amigas. Dejó escapar un bostezo, estaba absolutamente agotado, ni siquiera había empezado el día y ya estaba deseando regresar a casa y dormir todo lo que no había podido la noche anterior. La cabeza le dolía un montón y qué decir del hombro izquierdo, revisó rápidamente que el cardenal que allí estaba no fuese visible durante el día. Una gran sombra violeta y verde manchaba hasta una parte de su brazo, al menos no había terminado siendo una fractura como la de JooHeon hacía dos meses, eso si hubiese sido un desastre. Se mordió el labio mientras golpeaba con suavidad el volante de su coche.
Era todo tan extraño... Ya había pasado un año desde que habían encontrado esas monedas, y cada vez que pensaban que la cosa no podía empeorar, descubrían algo más. Definitivamente conocer a sus jefes se llevaba el premio a lo bizarro, porque MinHyuk jamás podrá olvidar la forma en que gritó al salir del baño para encontrarse un hombre guapísimo y rubio en su cama. Febo le explicó todo lo que debería saber, o algo así, porque tampoco había sido explícito, sólo le había dicho que el mundo estaba en peligro y él le había escogido para llevar a cabo la misión de acabar con los Dæmons que iban a comenzar a aparecer y que únicamente eran el anuncio de algo más grande que iba a florecer. MinHyuk le agradeció por ser sincero, y hasta la fecha era el único de los dioses que había tenido la delicadeza de hacer ese esfuerzo.
—¡Lamentamos la tardanza! —escuchó a YeRim decir mientras salía junto a SuJung por las puertas de su edificio y se montaban en su auto, MinHyuk se preguntaba cómo se podían permitir vivir en ese sitio costoso, pero luego recordaba sobre el padre de la mayor y el chiste se contaba solo—Estuve despierta hasta tarde haciendo tarea. —mintió YeRim, más para SuJung que para él, porque MinHyuk era quien había tenido que dejar a su amiga en casa durante la madrugada luego de vencer una nueva cepa de Dæmons que había aparecido de la nada y parecía más fuerte de lo usual. Era algo conflictivo y agotador, esperaba que Rim diese con cómo acabarlos de verdad.
—No pasa nada, vamos con tiempo. —dijo y sonrió de verdad. Estaba absolutamente agradecido, contrario a los demás que se recriminaban haber encontrado las monedas y haber perdido sus vidas normales, MinHyuk estaba satisfecho porque había ganado dos amigas a las que podía contarles aquello que le avergonzaba y ellas jamás le aborrecieron.
El camino fue calmado, como siempre, conversando de cualquier tontería, SuJung les comentó del libro que había tenido que reseñar, sobre lo interesante que estaba y las cosas que había aprendido. MinHyuk se dijo que estudiar literatura no debía ser fácil, ¿cómo podía guardar tanta información en su cerebro? Él sin duda no estaba hecho para eso. Luego YeRim les contó emocionada sobre su proyecto y como sería la estudiante más joven de su facultad en dirigir una investigación, claro que lo haría sola, ¡pero le habían dado una oficina y todo! La futura arqueóloga brillaba de la felicidad y aseguraba que nadie podría arrebatarle eso.
