❝No sé quién seas o por qué demonios estás leyendo esto, pero como soy una buena persona, te daré un consejo: si algún día te encuentras con una moneda extraña en cualquier lado, déjala ahí, solo va a traerte problemas; te meterá dentro de un traje...
❝Intentémantenerte cerca de mí, pero la vida se interpuso❞
𓂅 James Bay
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No se podía creer el silencio que había en su apartamento. ¡Al fin! Intentaba escoger entre si bailar descalza un baile totalmente vergonzoso o gritar de felicidad mientras rodaba en el suelo y se comía el helado que quedaba. Pero no, solo había atinado a tomar un libro y tirarse a lo largo del sofá – luego de desinfectarlo, por supuesto, ¡solo Dios sabía si esos dos malditos ninfómanos lo habían hecho ahí también! – mientras sentía que al fin podría dormir unas buenas horas.
Kang SuJung estaba harta. Amaba a su mejor amiga y le había cogido cariño a HoSeok, gracias a él había dejado de cenar congelados todos los días, ¡pero es que era demasiado! Ya incluso se había acostumbrado a dormir con los tapones de oídos y orejeras, porque podían llegar a ser increíblemente ruidosos y a ella no le interesaban las intimidades de la pareja.
¡Ni siquiera le tenían consideración a su sufrida soltería! Ya no sabía qué hacer para que su precioso y amable ChangKyun le prestase atención. Sabía que el chico tenía demasiado encima, pero cada vez consideraba más la idea de MinHyuk de mandar el orgullo de Kyunnie al diablo y atarle a una relación sin escapatoria. No, SuJung no podía haber malgastado tantos años elaborando un plan tan perfecto como para que él en su densidad lo arruinase.
Pensó en su calendario mental, solo unas semanas más, era la cuenta que llevaba. Unos cuantos días más y ChangKyun finalmente le pediría ser su novia, estaba segura. Ya había dejado caer las indirectas. Claro, no podía mostrar su personalidad algo psicótica y controladora, dejaría que él la descubriese con el tiempo. Sí, eso haría.
Comenzó a quedarse dormida. Realmente esperaba que HoSeok le pidiese pronto a YeRim el que se fuesen a vivir juntos, quizás podía sonar como algo arriesgado y demasiado pronto, pero con esos dos no era para nada descabellado. ¡Ella dejaría de escuchar gemidos de madrugada y no tendría que llorarle sus penurias a HyunWoo luego cuando se encontraban a la salida de sus facultades vecinas! ¡Ya estaba cansada de que el mayor le dijese que fuese con la corriente! ¡Claro, no era él la tercera rueda de una pareja que se la pasaba viendo películas de Disney en plena burbuja de amor de colores brillantes y olor a rosas recién cortadas!
Se golpeó el rostro, ya hasta estaba delirando por lo lindo. Cerró los ojos, preparada para quedarse dormida al menos un rato, cuando escuchó la puerta ser golpeada de forma insistente. Tomó un respiro profundo y se recordó que era una señorita y ella no gritaba las groserías de YeongGi porque ella las decía en su mente y lanzaba cuarenta amenazas de muerte mientras sonreía con inocencia y pensaba en como deshacerse de un cuerpo de la forma más fácil, siendo el despellejamiento y quemar a alguien vivo hasta las cenizas sus métodos predilectos en su vívida imaginación.
Se levantó sin ganas a abrir la puerta, seguía en su pijama con estampado de gatitos zombies. Casi se quedó sin aliento al encontrar a ChangKyun del otro lado, una sonrisa estúpida se formó en sus labios sin poder evitarlo. Seguía siendo tan guapo como el primer día que le había visto, no mucho en él había cambiado con los años.
