❝No sé quién seas o por qué demonios estás leyendo esto, pero como soy una buena persona, te daré un consejo: si algún día te encuentras con una moneda extraña en cualquier lado, déjala ahí, solo va a traerte problemas; te meterá dentro de un traje...
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HyungWon no pensaba bajar la guardia. No confiaba en Titanes, su padre le había comido y engullido apenas había nacido. No, no iba a creer en las palabras de uno. ¿Cómo había conseguido burlarle? Xiu Akay se sentía como un humano en todos los sentidos, o al menos se había sentido así, ahora sabía mejor, podía sentir la fuerza del universo correr a través de las venas del que suponía era su tío. Él mismo debía reconocer que con el cabello blanco y los ojos grises ambos eran increíblemente parecidos y eso le molestaba en demasía.
―Plutón, por favor, baja tu arma, me estás haciendo sentir nervioso.―dijo el Titán, encogiéndose en su asiento, casi escondiéndose detrás de MinHyuk, lo cual era imposible.
―Convénceme primero. ―dijo amenazante, con su mejor sonrisa psicótica, escuchando a ChangKyun y SeHun quejándose de que parecía el Joker, amaba asustar a esos críos.
―Todo comenzó cuando mi madre, Terra, decidió deshacerse de Caelus, nuestro padre. Todos dijimos que no, pero Saturno enseguida se ofreció voluntario, era el menor de los Titanes y quería sobresalir a toda costa. ―negó con la cabeza―Terra estaba enfada con Caelus por deshacerse de algunos hijos que ella había tenido y que eran algo... grotescos.
HyungWon chistó―Ahórrate esa parte, a nadie le interesa, quiero saber porque estás aquí y no encerrado en la isla de Isquia. ―le observó nuevamente―¿Cómo escapaste de ahí?
Él sabía bien sobre Japeto, el Titán que había sido obligado a luchar en la Titanomaquia, cuyos hijos tuvieron finales horribles por seguirle el juego a Saturno y uno de ellos terminó sentenciado por traición. Si se ponía a pensarlo era cierto que no tenía mucho que perder. Recuerda cómo el hombre se había rendido, su esposa había sido robada y por sus esfuerzos no había sido lanzado al Tártaro, solo encerrado en una isla para evitar el fin de la humanidad.
Akay señaló con amabilidad a HoSeok.
―Su mamá me liberó hace mucho tiempo, pedido de Minerva. Huí lo más rápido que pude y me mantuve escondido desde ese mismo momento, es lo mejor que podía hacer. He estado viviendo como humano desde ese entonces. ―jugó de nuevo con sus dedos―Me interrumpiste anteriormente, y es algo importante. ―frunció el ceño―Cuando Saturno accedió al poder nos hizo hacer una promesa entre los Titanes, no nos dañaríamos entre nosotros, pero esa promesa podía romperse si tocábamos algo con la marca de otro, y esa mierda me ha tenido arruinado desde el minuto cero porque no podía hacer nada.
MinHyuk abrió los ojos, sorprendida.
― ¡Cuando Ogenos atacó me dijo que tenía la marca de un Titán! ―analizó y observó al alto―¿Eso quiere decir que te liberé?
