❝No sé quién seas o por qué demonios estás leyendo esto, pero como soy una buena persona, te daré un consejo: si algún día te encuentras con una moneda extraña en cualquier lado, déjala ahí, solo va a traerte problemas; te meterá dentro de un traje...
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JooHeon estaba sumamente nervioso. "No es una cita", se repetía en su subconsciente, si YeongGi le preguntaba eso era lo que tenía que decir, y si salía mal debía huir rápidamente. Se sentía como un estúpido por haber invitado a la chica a un arcade, ¿qué clase de perdedor hacía eso? Sin embargo, su mandíbula casi había tocado el suelo cuando Gigi había dicho que sí sin oponerse ni siquiera una vez y le había sonreído luego. Honestamente no sabía si le temía más al sí o a la sonrisa, porque esa sonrisa daba muchísimo miedo.
—¡Hey Lee! ¡Qué coincidencia encontrarte aquí! —dijo una voz a sus espaldas que se le hacía conocida, al girarse se encontró con Byun BaekHyun, el jefe de alumnado de la universidad.
—¡Oh!, hola Byun, feliz día del amor y la amistad. —le dijo y el muchacho se encogió de hombros, se había decolorado el cabello oscuro y ahora lucía un tono gris—Te queda bien. —le dijo.
—Sí, mi novia quería un cambio y como el tonto enamorado que soy decidí complacerle...—le dijo encogiéndose de hombros y luego se despidió—¡No olvides pasar a re-matricular por la beca!
—¡No lo haré! —aseguró—¡Suerte hoy Byun! —le dijo con educación.
Observó su reloj una vez más. Había llegado veinte minutos antes porque quería que todo fuese perfecto incluso si él no lo era. Reacomodó su ropa varias veces, no vestía algo especial, el típico descuidado que no lo era porque había pasado al menos tres horas, catorce crisis existenciales y el tener que aguantar a Jackson riéndose de él para verse así de guapo.
—¡Que encantador! —escuchó decir a su espalda—Y yo pensando que no podías ser decente.
Cuando JooHeon se giró quedó sin respiración. YeongGi estaba guapa, ¡claro, esperaba que esa fuese ella! Es que no lo parecía pero debía serlo. Su cabello estaba bien peinado y vestía como una chica que jamás había tocado un motor en su vida. Casi sintió a ChangKyun hacerle una macumba oscura por sus pensamientos tontos de enamorado delirante, pero en su defensa, su mente estaba en cortocircuito y no lograba hilar algo racional.
—Si ser sexy fuese un delito tú ya estarías presa en la cárcel de mi corazón. —soltó sin pensar.
—Creo que me adelanté demasiado a los acontecimientos. —musitó ella para sí misma y él enrojeció porque le había escuchado y se regañó por ser tan tonto cuando se encontraban cerca.
—Yo, bueno, es que te ves muy guapa, ¡no quiere decir que usualmente no lo seas, siempre eres guapísima!, pero hoy estás más guapa de lo normal y yo- —fue interrumpido por una carcajada.
—Eres un caso perdido Lee JooHeon, pero yo sabía en lo que me estaba metiendo cuando acepté esta cita. —dijo ella tomándolo de la mano y jalándole para entrar.