Capitulo 36.
"En el aeropuerto".
—Amor despierta —dijo Harry dándome empujoncitos.
—¿Eh? ¿qué? —pregunté, no entendía nada.
Me sobresalteé de la cama, me había olvidado completamente de que hoy viajaríamos.
Miré la hora en mi celular, «4:00 a.m», faltaban 2 horas.
Encendí la luz de mi habitación y me dispuse en buscar ropa, bueno, la poco que me quedaba, ya que había metido casi toda dentro de la valija. Agarré unos jeans celestes claros, una blusa de manga larga gris con la palabra YOLO, unos zapatos negros, una campera de cuero negra, y una bufanda bordo como accesorio, junto a pulseras, claro.
Me adentré al baño y empecé a bañarme, la noche estaba algo fresca, pero eso no era problema, mientras no lloviera todo bien.
Luego de haberme bañado, fui hacia el espejo y agarré el peine, comencé a peinar mi cabello de forma uniforme y luego hice 2 trensitas a los costados y las uní atrás con una colita, quedando así de una media cola.
—¿Ya? —una voz ronca sonó por detrás de la puerta, «Harry».
—Si.
Abrí la puerta y allí estaba él, con su hermosa sonrisa angelical mirándome, hice como si no lo hubiese visto y empecé a caminar hacia mi habitación, pero una mano agarró mi antebrazo e hizo que me girara.
—¿No me vas a dar un beso de los buenos días? —preguntó el castaño.
Hice un círculo con mis ojos y envolví mis brazos en su cuello, depositando un dulce beso en sus labios, me aparté sonriendo y seguí mi camino.
En mi habitación me fijé bien en si había guardado todo lo necesario, y por suerte si, solo faltaba mi celular junto a mis auriculares, oh si, y también el cargador. Fui hacia la mesita de luz y desconecté el cargador del enchufe de la pared, luego del celular y lo envolví, lo guardé en un bolsillo de la campera de cuero que tenía puesta.
Ya tenía todo listo, y estaba lista para bajar, pero tenía que esperar a mi querido Harry, que como leyendo mis pensamientos apareció en mi habitación.
—¿Listo? —pregunté.
—Si amor.
Agarramos ambas valijas y salimos de la habitación, caminamos por el pasillo y llegamos a las inmensas escaleras en espiral «amo decirles asi», bajamos por éstas y dejamos las valijas al lado de los sillones, las voces de mis padres se oían desde la cocina, asi que fuimos hacia allí.
—Si pero no sabemos si.. —Mamá se detuvo al vernos— tienen el desayuno listo —sonrió.
Nos sentamos en la mesa a la misma vez y empezamos a beber del café negro, sobraba una taza, faltaba Zayn.
—Ya ordené todo —dijo el pelinegro sentándose en la mesa, enseguida empezó a beber del café.
—¿Qué hora es? —preguntó mamá.
—5 y 20 —respondió papá.
Faltaban 40 minutos para que el avión despegara.
Intentamos tomar el desayuno lo mas rápidamente posible mientras papá sacaba su auto.
Ya todo estaba en orden, agarramos cada uno su valija y la metimos dentro de la parte trasera del auto. Nos subimos a éste, mamá y papá adelante, y nosotros atrás.
-*-
Llegamos al aeropuerto después de 10 minutos, normalmente de casa hasta allí se demoraban 20, pero papá intentó llegar lo mas rápido posible.
Entramos a aquel lugar y vi a todos los de la preparatoria juntos, le hice seña a mis padres indicandoles que allí teníamos que ir, asintieron y Harry agarró mi mano mientras empezábamos a caminar, me sonrojé al saber que todos nos verían, pero trate de controlarme.
—¡Familia! —gritó Pamela cuando nos vio llegar, reí «¿enserio había dicho eso?».
Unos de nuestros profesores se acercaron a nosotros y tomaron nuestro equipaje poniéndoles un papel encima, se los llevaron a unos señores y luego desaparecieron de nuestra vista.
Al rato se oyó: "Pasajeros del vuelo 323 con destino a Orlando, Florida. Por favor abordar en la puerta 133".
Y asi fue que todos fuimos hasta allí, de seguro luego subiríamos al avión, «oh no».
—Cuidense, los amamos —dijo mi padre besando la cabeza de cada una de nuestras cabezas.
Fui hacia los brazos de mis padres y les susurre un: Los quiero.
Ya todos estaban subiendo al avión, los nervios en mi iban aumentando cada vez mas, agarré la mano de Harry y subimos, el avión era inmenso, más grande de lo que yo imaginaba, tanto fuera como dentro.
—Asientos 233 y 234 —dijo el profesor extendiéndonos los números a mi y a Harry.
—¿En dónde quedan? —pregunté.
—Segundo piso, arriba hay otro profesor que les indicará cuales son.
Caminamos hacia las escaleras y subimos, allí estaba el otro profesor.
—¿Asientos? —preguntó.
—233 y 234 —respondí.
—Bien, siganme.
Lo seguimos y éstos se ubicaban a unos pasos mas adelante. Le agradecimos a aquél gentil profesor y nos sentamos.
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Al rato subo el otro capitulo♡. Gracias a los que leen y votan♥.
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Hechizo © |Editando|
RandomUna casa embrujada, con misterios y varias situaciones inquietantes, oculta un gran secreto que muchos no han podido descubrir. ¿Te animarias a averiguarlo?.