Rules [Kookmin Au] 📘

xxvii

Si algún día entras en una habitación donde se encuentran todas las personas que conociste a lo largo de tu vida ¿Cuál sería la única que buscarías desesperadamente?

Yo creo que sé mi respuesta a la perfección, Jungkook, te buscaría a vos, de la misma forma en la que mis ojos te buscan justo ahora escaneando toda la sala de estar hasta que finalmente te hallan saliendo de la cocina con dos manzanas en tus manos.

Ignoras a nuestros padres y te acercas a mi mientras me das una de las frutas, tanto tu padre como mi madre te miran sorprendido en cuanto pasas un brazo por mis hombros y acaricias mi cabello con cariño.

—Buenos días, Park.

Me saludas con una sonrisa causando que te mire con confusión. Aunque supongo que sé de que se trata esto. Al igual que yo estas harto de actuar como si fuésemos unos completos desconocidos frente a ellos.

—Hola, Jeon.

—¿Desde cuándo se llevan tan bien ustedes dos?

Pregunta mi madre con una ceja alzada analizándonos con sus ojos de arriba a abajo.

—Desde que me esta ayudando a aprobar historia, Hana.

Es lo único que respondes para sentarte en la mesa invitándome silenciosamente a sentarme junto a vos cosa que hago bajo la intensa mirada dr mi madre.

—Gracias por eso, Jiminnie. Lo único que falta es que tu hermano tenga que recuperar el último año.

En cuanto esas palabras salen de la boca de tu padre siento de inmediato como el ambiente que te rodea se vuelve pesado. Un sabor amargo se instala en mi boca en cuanto la palabra "hermano" empieza a hacer eco en mi mente.

—No es-

—No es mi hermano.

Interrumpo las palabras que ibas a decir, diciendo exactamente las mismas. Los ojos de ambos adultos se clavan en mi con sorpresa, no puedo culparlos, después de todo es la primera vez que escuchan esa negación tan firme salir de mis labios.

De reojo puedo notar como tus ojos se encuentran más abiertos de lo normal, como si no pudieses creer que esas cuatro palabras acabasen de salir de mi garganta. Cuatro, solo cuatro palabras de mierda que no tuve las pelotas para decir los últimos años de mi vida, y recién ahora me vengo a dar cuenta de lo fácil que es.

—¡Park Jimin disculpate ahora mismo!

Grita mi madre causando que la mire sin una sola expresión en el rostro.

—¿Por qué debería disculparse, Hana? El hecho de que te hayas casado con mi padre no nos hace hermanos. Salí de tu mundo de fantasías y acepta la realidad. Jimin y yo no somos hermanos y nunca lo vamos a sern etendelo de una buena vez.

—¡Jungkook!

Tu padre te reprende mientras golpea la mesa con molestia para llamar la atención de todos. El silenció se adueña del comedor. Mi madre y vos se miran como si le quisieran saltar a la yugular del contrario.

Y yo observo la manzana que me diste. Que irónico que según la biblia el pecado este representado como una maldita manzana ¿Verdad? 

Juego con ella entre mis manos de la misma forma en la que a veces siento que te dejo jugar conmigo, justo así, moviéndola de una lado a otro, y en cuanto tus grandes y brillantes ojos se fijan en los míos es que la muerdo sin dudarlo un segundo.

De la misma forma en la que decidí probarte sin importarme absolutamente nada más.

No siento miedo, simplemente me siento ansioso. Recién empezamos y llegamos tan lejos ¿Dónde vamos a estar dentro de algunos meses? Tal vez nos estanquemos en este secreto que, para ser honestos, aún no aprendimos a guardar. O tal vez todos nos descubran, después de todo ambos sabemos que somos demasiado obvios.