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—Asumo que tenes más que claro el hecho de que podes venir siempre ¿Verdad?
Las palabras del abuelo Song que llegan a mis oídos logran aliviarme por completo.
Llego el día, ese día que durante la última semana simplemente desee con todas mis fuerzas que no llegara, hoy, justo ahora, Hana me esta esperando, a partir de este momento solo vamos a ser ella y yo en ese pequeño departamento que aún me persigue en mis peores pesadillas.
El abuelo Song te observa con una sonrisa y finalmente desaparece por el pasillo de su casa que da a las habitaciones, solo somos vos y yo, Jungkook, te acercas a mi y me abrazas con fuerza logrando que la esperanza de que tal vez todo va a salir bien florezca en mi.
—Prometo hacer todo lo más rápido posible, nuestros pasaportes ya están en proceso, la visa provisoria y las becas que solicitamos también, prometo que en menos de dos meses vamos a irnos de acá, mi amor, te voy a ir a buscar, solo tenes que esperarme.
Tus palabras en mi oído son como anestesia, me calman de inmediato y ese sentimiento de querer desaparecer es reemplazado por la emoción de saber que pronto todo va a acabar.
—En cuanto llegue al departamento te aviso ¿Si?
—Esta bien, mi amor. Te amo
Me susurras para luego besar mis labios con delicadeza, me siento completo, Jungkook, cuando me abrazas, cuando me besas, o simplemente cuando estas ahí, mirándome como si tus ojos solo fueses capaces de fijarse en mi, es en esos momentos y solo en esos en los que me siento pleno.
—Yo también te amo, nos vemos ¿Si?
Lo último que veo antes de salir por la puerta es una sonrisa en tu rostro mientras asentís en mi dirección. Bajo por las escaleras con la maleta en una de mis manos y un bolso colgando de mi cuerpo, llego a la última puerta y la abro para finalmente encontrarme con su auto estacionado frente a mi, ella mirándome con una sonrisa, como si todo estuviese perfectamente bien cuando en realidad absolutamente nada lo esta.
—Carga tus cosas en la cajuela y subite al auto, mi amor.
"Mi amor" por qué será que esas dos palabras me resultan repugnantes cuando salen de sus labios, pero cuando salen de los tuyos me siento la persona más feliz en ese instante, supongo que es porque lo sé, vos me amas por lo que soy, ella por lo que quiere que sea.
Hago exactamente lo que me pide, me subo en el asiento del copiloto y ni una sola palabra es dicha en el corto recorrido que hay desde la casa del abuelo Song hasta donde voy a comenzar a vivir de nuevo a partir de hoy.
—Baja tus cosas rápido, tenemos que hablar.
Es lo único que dice en cuanto apaga el motor del auto en el estacionamiento del complejo de departamentos, se baja del auto y sube hasta ese lugar que ya conozco muy bien, suspiro con pesadez, me bajo del vehículo y tomo mis cosas de la cajuela para luego cerrarla.
Camino sintiendo mis pasos demasiado pesados, no quiero llegar pero se que debe hacerlo, subo los escalones uno por uno sabiendo que lo inminente esta a punto de suceder, finalmente llego al piso en el que vamos a empezar a vivir de nuevo.
Camino por ese pasillo angosto en el que recuerdo muy bien haber visto más de un borracho durmiendo cuando era solo un niño, mis pasos se frenan frente a esa puerta que parece no haber cambiado ni un poco a pesar de que pasaron demasiados años, 3-A, ese número que me persigue en mis peores pesadillas se encuentra una vez más frente a mis ojos y solo soy capaz de sentir nauseas.
Observo el picaporte con ganas de huir, pero finalmente me digno a abrir la puerta y entrar, ese olor a humedad tan característico me recibe de inmediato, apenas di un paso dentro pero se puede ver todo el lugar, una pequeña sala de estar, junto a la cocina-comedor, y finalmente tres puertas, una da un baño, y las otras dos a las habitaciones.
—Sentate.
Es lo único que me pide mientras ellas se maquilla sentada en la mesa, me siento frente a ella sabiendo muy bien lo que va a decir.
—Jeon Yoo y yo nos vamos a divorciar, el nunca fue tu padre, mi amor, no necesitas uno, solo me necesitas a mi ¿Verdad?
Sus palabras salen con una sonrisa espeluznante de sus labios, sus manos delgadas acarician mi rostro logrando que un escalofrío me recorra de pies a cabeza.
—¿Verdad, Jimin?
—Si, mamá, solo te necesito a vos.
Respondo de inmediato en cuanto noto que si no lo hago va a volver a enloquecer.
—Ese es mi niño, ahora mamá tiene que irse ¿Bien? Tenes comida en el refrigerador, acostate a dormir temprano ¿Entendido?
Simplemente asiento en silenció mientras la observo tomar su abrigo, bolso, y finalmente salir por la puerta mientras escucho sus tacones retumbar por ese asqueroso pasillo.
Suelto el aire que contengo cada vez que intercambio palabras con ella y simplemente escaneo el departamento con mis ojos dándome cuenta de que esta exactamente igual al día en el que lo dejamos.
Se que se va a ir por varios días y no va a volver hasta quien sabe donde, es lo que hacía cuando yo era solo un niño, supongo que era demasiado evidente que lo iba a hacer de nuevo.
Pero tal vez, después de todo no sea tan malo, mientras ella esta lejos vos podes estar conmigo, y antes de que si quiera nos demos cuenta nos vamos a encontrar a nosotros mismos huyendo para al fin ser libres.
Mis pasos se dirigen a la que se perfectamente que es mi habitación, encuentro todas mis cosas aún en sus cajas pero al menos mi cama esta hecha, me recuesto en ella, en cuanto mis ojos se clavan en el techo me doy cuenta de que las estrellas que pegue allí cuando era un niño, ahora se volvieron grises y aburridas.
Solo cierro mis ojos con fuerza, y pido porfavor a quien sea que el tiempo pase rápido, para que así las estrellas vuelvan a brillar.
Dos meses, eso es todo lo que tengo que soportar.
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En unos minutos subo el siguiente 💛
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Rules [Kookmin Au] 📘
Fanfiction¿Qué sucede cuando las reglas que vos mismo pusiste son las que queres destrozar por completo? Una relación prohibida sostenida por reglas que bajo ninguna circunstacia deben romperse pero que al mismo tiempo son tan frágiles que una sola mirada pue...