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2/3 💛

Mis pasos son tranquilos por el aeropuerto, acomodo mi sombrero con tranquilidad y es entonces que te veo llegar, pequeño mocoso, estas aterrado.

No te preocupes, no voy a permitir que tomes ese vuelo, así tenga que matar a alguien, vos no te vas de acá, no con ella.

Decido esperar en cuanto te observo apoyado en la pared subiendo esas malditas escaleras eléctricas que me hacen tropezar cada vez que las tomo, te conozco, no legalmente, mucho menos de forma sanguínea, pero Jimin, vos sos mi nieto y te conozco mejor que nadie, no sos un cobarde de mierda como decís, se que vas a huir, y ese es exactamente el instante que voy a esperar para poner en marcha mi plan.

Fue buena idea seguir el registro de la tarjeta de crédito de la loca de tu madre, en cuanto supe que compro lo malditos de avión solo tuve que hacer un par de llamadas para investigar de que día y hora eran, perdón, hijo, no le dije nada a Jungkook, porque lo que necesitamos justo ahora es salir rápido de acá, ir hacía dónde esta él, y ahí finalmente van a poder irse mientras yo me encargo de Hana, y luego solo me queda rezar para que nunca te enteres de lo que voy a hacer esta noche.

Es en medio de lo que parece una interminable espera que el bromista destino me sorprende una vez más, en cuanto lo veo a él, si, Jimin, Jungkook esta acá buscándote con desesperación, corre hacía las escaleras mecánicas empezando a subir cada escalón esquivando a las personas.

Se siente como si el destino estuviese frente a mis ojos en cuanto te encuentro a vos, mi amado nieto, corriendo con desesperación por las escaleras mecánicas que van hacía abajo, uno sube, el otro baja.

—¡MI AMOR!

Dos palabras, eso es todo lo que basta para que finalmente después de tantos días se encuentren y se vuelvan a mirar con todo ese amor que tienen el uno por el otro.

—¡BAJA RÁPIDO, HANA ME SIGUE!

Le suplicas con tanta desesperación que es capaz de partirme el alma, estas aterrado, mi pequeño Jiminnie, pero tranquilo, no podes verme pero estoy acá, y no voy a permitir que pases por el mismo infierno dos veces.

Te observo finalmente llegar abajo, tus pies se plantan y te das vuelta en espera de Jungkook que empieza a bajar a toda velocidad hasta que finalmente llega donde estas y se unen en un hermoso abrazo que logra que una lagrima ruede por mi mejilla y una sonrisa de dibuje en mis labios.

Setenta y un años viví, y aún así, el de ustedes es el primer amor real que soy capaz de presenciar, cuando se besan, ustedes son una sola persona dividida en dos almas perdidas que finalmente se encontraron.

—¡ALEJATE DE MI HIJO, DEGENERADO! ¡VOY A MATARTE, NO LO TOQUES! ¡PARK JIMIN VENÍ ACÁ DE INMEDIATO! ¡ALEJATE DE ESE SI NO QUERES SUFRIR LAS CONSECUENCIAS!

Su gritos de loca desquiciada logran que la sonrisa desaparezca de mis labios, los observo correr, camino detrás de ustedes con tranquilidad y justo cuando se suben en el auto es que Hana pasa a mi lado corriendo, abre la puerta de Jungkook, el auto se mueve lentamente y aún así ella se aferra al brazo del amor de tu vida con odio.

—¡VOY A MATARTE, JEON JUNGKOOK!

Grita esa amenaza tan patética una vez más haciéndome reír con sarcasmo.

—¡SOLTALO!

Están a varios metros de mi, yo sigo caminando en dirección a ustedes, escucho tu voz gritando esa palabra y tus pequeñas manos aparecen en mi campo de visión, finalmente rompiste las cadenas con las que te aprisionaron injustamente, tu madre cae al suelo y empieza a rodar por el cemento, el auto en el que ustedes van acelera en cuanto ella se para lista para volver a correr y finalmente desaparecen del estacionamiento del aeropuerto.

—¡Hana!

La llamo por su nombre antes de que sea capaz de empezar a correr nuevamente, sus pasos se frenan en seco, su rostro se gira en mi dirección y esta vez corre hacia mi tomando mi saco con desesperación.

—¡SE LLEVO A JIMIN! ¡TENEMOS QUE IR TRAS ELLOS!

Me ruega con el odio encendido en sus ojos, pongo mi mano en su hombro y una sonrisa falsa en mis labios.

—Tranquila, yo se exactamente a donde van, vamos a buscar a Jimin, Hana.

Le digo señalando un auto que rente estacionado a tan solo algunos metros de donde estamos.

Corre hacía el auto, yo camino detrás de ella, ambos nos subimos, enciendo el motor, empiezo a manejar con tranquilidad sabiendo exactamente lo que estoy a punto de hacer.

Llegamos a la autopista, el auto va en completo silencio, ella se lleva las manos a los labios mordiendo sus uñas, su pierna no se queda quieta, su pie no deja de dar golpes contra la alfombra del vehículo, su pelo es revuelto por sus manos, esta en plena crisis.

Finalmente entramos en Seúl, se que ustedes están yendo a la casa de la madre de Jungkook a buscar todo para finalmente irse, no te preocupes, mi amado nieto, yo voy a ir al lado contrario, la voy a dejar en un lugar en donde no va a poder volver a molestarte nunca más.

—Es acá.

Le digo estacionando el auto rentado al que le quite la matricula por esta noche.

—Así que acá se escondían.

Dice con asco en la voz entrando en el edificio abandonado con toda la confianza del mundo, camino detrás de ella escuchando como mis zapatos lustrados resuenan en el lugar completamente vació.

—¡Muchachos!

Cuando esa palabra sale de mis labios, las personas a las que llame hace unas horas aparecen de distintos lugares mientra Hana los observa con desprecio.

—¡¿JIMIN DÓNDE ESTAS?!

Grita completamente convencida de que estas acá.

—¿Qué hacemos señor?

Me pregunta uno de mis muchachos logrando que la despreciable mujer que se hace llamar tu madre me mire confundida.

—Matenla y entierrenla donde nadie pueda encontrarla, solo necesitamos que no encuentren su cuerpo, después de todo ni siquiera Dios se va a preocupar por su desaparición.

Esas son las únicas palabras que digo para darme media vuelta y empezar a caminar hacía la salida del lugar.

—¡Ya escucharon! ¡Atenla!

La voz de una de las chicas que pertenece al grupo que llame llega a mis oídos, ni siquiera me molesto en darle sentido a las palabras que grita Hana una y otra vez.

—Ponele la matricula, esta en el asiento trasero y devolvé el auto.

Le pido a uno de los muchachos que esta de guardia en la puerta a lo que el asiente de inmediato y hace lo que le pedí.

Saco un cigarro de mi pantalón y lo enciendo en mis labios mientras mis pasos se pierden por la calle y mis ojos se quedan fijos en el cielo, un mensaje llega a mi celular justo en ese instante.

En cuanto lo leo se perfectamente que estas punto de irte.

"Te amo, abuelo, prometo llamar pronto"

Un mensaje desde el celular de tu novio que me hace sonreír en medio de la noche.

"Te amo, mocoso, vayan con cuidado y sean felices, voy a esperar esa llamada"

Finalmente son libres, y esta vez es para siempre, yo me asegure de ello.

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EN UNOS MINUTOS SUBO EL CAPITULO FINAL 💛

Rules [Kookmin Au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora