Ya estoy hartaHarta de que me comparen.
Volteo a mi madre por consuelo pero lo único que consigo es una mirada de pena y una de sus múltiples frases reconfortantes:
"Tu hermano ya es muy maduro y hasta sabe qué carrera estudiar. Estoy tan orgullosa de él. Es el menor y aún así tú deberías seguir su ejemplo"
Corro a los brazos de mi hermano mayor y con asco dice:
"Yo a tu edad llevaba puro diez, era un alumno de excelencia y termine con 100 de promedio"
Me arrastro a mi abuela quien espero me arrulle con una de sus múltiples anécdotas pero sus palabras parecen hacer lo contrario:
"Como me hubiese gustado llegar a donde tú estás. Cuando era joven estaba bien delgadita y a las alumnas altotas y torotas como tu las apuraba en las carreritas"
Así era, un ciclo sin fin en el que con cada una de las frases yo cambiaba algo de mi: Mis gustos, mi rendimiento y mi apariencia. Así significa sudar sangre, yo hacia esos sacrificios.
Creía que así sería toda mi vida, viviendo de molde en molde hasta que dejara de ser de utilidad y mi hora hubiese llegado. Mi único consuelo eran sus fotos, la mirada alegre que alguna vez tuvo mi abuelo me abrazaba cuando yo estaba llorando.
Sin embargo, fui tan idiota como para creer que los moldes eran lo suficientemente resistentes para soportarlo todo y complacer a todos.
Llegaron nuevos moldes que llenar, amistades nuevas. Joder que fue difícil en un inicio, no sabia que imagen dar ni que molde querían que llenara. ¿Fue acaso mi error no querer llenar ninguno? ¿Fue mi error cansarme de ser algo que no y volverme esta masa amorfa y bipolar de vísceras?
Ahora ese ciclo aumentó su velocidad y se volvió un loop infinito, pero más que un loop es un acertijo, un laberinto de espejos el cual debo de resolver en el menor tiempo posible para volverlo a repetir.
Los espejos son sostenidos por personas que conozco:
Volteo a mi madre por consuelo pero lo único que consigo es una mirada de pena y una de sus múltiples frases reconfortantes escritas en el espejo:
"Tu solías ser una niña buena. ¿Dónde quedó? Por favor regresa a ser esa niña obediente"
Corro a los brazos de mi hermano mayor y con una asquerosa tinta está escrito en su espejo:
"Eras mejor cuando no te andabas distrayendo en cosas como directos y no tenias amigos"
Me arrastro a mi abuela quien espero me arrulle con una de sus múltiples anécdotas pero su espejo parece hacer lo contrario:
"Tu deberías de alejarte de tus amigos esos, recuerda "amigos un peso en la bolsa""
Convaleciente me intentó refugiar en la persona que amo pero su espejo es el más grande, no tiene escrito nada pero me hace ver el asco de persona... ¿Tengo el privilegio de llamarme a mi misma persona? Reorganicemos eso.
No tiene escrito nada pero me hace ver el desastre de rayones, recortes, fluidos y pensamientos abstractos que soy. Que yo sola he cavado mi propia tumba, con contradicciones y mentiras a medias.
Papito Mayo, ven por mi...
Ya estoy harta
Harta de que me comparen conmigo misma.
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Short Stories
FanfictionDemasiado cortas para hacerlas un libro, pero demasiado largas para ser olvidadas... En este libro encontrarás pequeñas historias independientes o one-shot de diferentes fandoms que se me van ocurriendo. No están relacionada una con otra, así que si...