[15] El llanto de otra bala no disparada

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A veces siento que estoy llorando, quiero llorar

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A veces siento que estoy llorando, quiero llorar. Pero no puedo, no me lo permito. No debo ser débil.

Siempre ha sido así y por mis escritos anteriores ha de ser bien sabido que no soy la mejor con los sentimientos. Últimamente he sentido muchas emociones nuevas pero ahora mismo las que más presentes están son la tristeza y la impotencia.

Siento que estoy hundiéndome al fondo otra vez y no tengo las fuerzas necesarias para nadar a la superficie, solo me dejo arrastrar al fondo.

De cierta forma estoy acostumbrada a la soledad y a que solo me busquen cuando hay algún problema pero por primera vez tengo miedo de estar sola otra vez.

Tengo miedo de volver a ser la que no tenía amigos, la que se quedaba sola en los recreos y la que hacia los proyectos sola.

Así que solo me queda disfrutar de los momentos que quedan de esta fantasía que poco a poco, conforme avanza el semestre se agota. Se olvidarán de mí y seguiremos en nuestras vidas. No quiero ser una carga sin embargo siento que lo soy, solo sirvo para dar lastima y cargarle mis problemas a alguien más.

Alguien que cree que me dañará pero estoy segura que no es así por que el amor que siento por él es más fuerte que cualquiera que haya tenido antes y me siento tan impotente al saber que nunca podré hacer nada por él cuando él daría su vida por mi.

Mi mente distorsiona nuestras conversaciones para quedarse con ciertas palabras, palabras sin contexto, poemas sin versos. Palabras que se convierten en agua para llenar mis pulmones y reventarlos hasta hiperventilarme.

Palabras que se convierten en ácido para quemar mi interior y sentir ansiedad. Aire que abruma mi mente hasta que lloré y me den ticks.

Palabras que solas no tienen ningún daño pero mi mente las afila y las lanza sin piedad.

"Terminar"

"Amigos"

"Morir"

"Madura"

"Inocente"

"Débil"

"Dejarte"

Ni siquiera logro recordar la conversación solo recuerdo esas palabras, no se si estaban en un contexto positivo o si me estabas reclamando algo. De igual manera dolieron pero no quise decir nada para dejar de ser una carga.

Me mantengo positiva en que no nos pasará nada y que saldremos juntos de esta. Pero es en momentos como este en los que dudo que lo logré.

Pienso en lo fácil que es disparar la solución a todos mis problemas y dejar de ser una carga emocional y económica para los que me rodean.

Estoy tan cegada por mi mente que todo lo distorsiona y ahora ya no me dice que soy una segunda opción. Esa batalla la ganó contra mi convaleciente autoestima. Sin embargo, ahora me grita que soy un ser inservible, una carga, una niña inmadura la cual no merece todos los lujos y personas que la apoyan.

Poco a poco me hundo más y más pero es una caída pacífica en la que el mar me arrulla y canta una canción para que el entumecimiento de todo mi cuerpo sea casi imperceptible.

Entonces como si de un rayo se tratase oigo a lo lejos sus risas y un recuerdo vago de ti me lleva de nuevo a la superficie. Tus palabras de amor y comprensión llenan mis oídos y la llama de mi esperanza parece resistir.

Porque una vez más no pude jalar el gatillo. A este punto ya no se si es suerte o simple cobardía la que evita que renuncie a todo. Sin embargo, odio cuando la gente rompe sus promesas y yo no romperé las mías. Lucharé, lucharé con todo lo que tenga y así la guerra me deja malherida yo aguantaré para llegar al día en el que pueda ser feliz y amar mi existencia por un periodo más largo de cinco minutos.

Así tenga que luchar contra el infierno entero prometo sobreviviré y que este libro sea testigo de ello.

Viviré por mi abuelo

Viviré por mis amigos

Viviré por mi pareja

Viviré por mi futuro

Viviré por mi.

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