Short Stories

[9] Buscándote

Yo siempre le he tenido miedo a sentir, bueno, a expresar lo que siento. A quedar expuesto y vulnerable. De hecho hace apenas unos meses lloré por primera vez frente a mis amigas, no esperaba la respuesta tan solidaria y amigable que me ofrecieron. Pero aquella vez fue por una calificación. No soy buena identificando mis emociones ni manejándolas, temo que un día la tormenta que llevo dentro explote, que las palabras que digo sean más peligrosas de lo que creo y que mis puños terminen manchados de sangre.

Sin embargo siempre he tenido ese pequeño escape, un pequeño truco con el que puedo dejar escapar esas fastidiosas emociones. Cantar siempre ha sido un alivio para mi, transmitir en una melodía todo lo que llevo dentro es una manera tan sensible de dejarnos expuestos, pero no lo siento así. Cuando comienzo a cantar siento que el mundo desaparece y yo entro a una dimensión en la que soy escuchada y entendida.

En sexto me enamoré de una niña, la más hermosa a mi parecer, le gustaban las mismas cosas que a mi y eramos muy cercanas.. Así que intenté eliminar los sentimientos pero en el proceso la eliminé a ella. Como cualquier persona con un poco de cordura se alejó de mi y aunque a mi me doliera como nunca ahora que lo veo fue lo mejor para las dos. Ella se volvió más confiada, consiguió mejores amigos y mejoro sus calificaciones. Creo que yo solo la estaba reteniendo de dar lo mejor.

No pude contener los sentimientos y un día por mensaje le dije lo que llevaba sintiendo por mucho tiempo. En mi mente yo ya no sentía nada por ella pero en mi corazón si...

Ella me rechazó obviamente y lo hizo algo crudo y grosero para alguien de 14. En si no dolió el hecho que me mandara a chingar a mi madre, si no el hecho que por fin había aceptado el monstruo que era, los errores que había cometido y acepte que tal vez me gustaban las mujeres también.

Ese día no tuve la oportunidad de llorar como me hubiese gustado, pero al día siguiente presente la canción "Dancing on My Own", la canté desde lo más profundo de mi alma, intente dar a conocer el mensaje que llevaba dentro sin tener que decirlo. Afortunadamente el mensaje llegó, tal vez no tan claro como me hubiese gustado, pero había llegado. Mis compañeras se dieron cuenta que me había pasado algo, o mejor dicho que estaba pasando por algo. El maestro también se dio cuenta ya que hasta lloró.

A lo que quiero llegar es que en aquel momento yo logré transmitir esa confusión y dolor tan grande que cargaba. Pero ahora no es igual...

Voy en mi primer semestre de la prepa y desde  hace ya mucho tiempo me acompaña una sensación de melancolía, tristeza, unas ganas inmensas de llorar. De tan solo en pensarlo ya tengo los ojos lloroso. Esta sensación se presentaba de vez en cuando, generalmente cuando escuchaba, oía u olía algo que activaba alguna clase de sensor o recuerdo que me hacia querer llorar.

Pero hace poco vi una serie en la que el protagonista canta una canción a un amor el cual falleció. Fue entonces cuando ese sentimiento se volvió más fuerte, cada que escucho la canción me hace recordar algo, pero no se que.

¿Qué diablos se supone que tengo que recordar? ¿Qué es tan importante que mi cerebro tiene que tener una alerta especial para ti? ¿Por qué te olvide? ¿Quién eres?

Por favor no te quiero perder, no se quien seas pero por favor no te vayas. No dejes que te olvide, así sea con dolor no dejes que te suelte. Siento que te fallé, por que te estoy olvidando. Por favor no me dejes, llévame contigo. Te extraño.

No se a quien le estoy hablando, pero si me escuchas por favor no me dejes así.

Siempre me han dicho que no puedes extrañar algo que nunca tuviste, entonces ¿¡Qué diablos es esta maldita tortura!? Ya no se que es lo que realmente quiero...

¿Quiero a un papá?

¿Quiero recuperar lo que he perdido?

¿Quiero a mi abuelo de vuelta?

Quiero...

Quiero cantar esa canción. Y si no encuentro las respuestas en la letra e incontables lagrimas que he derramado por ti entonces seguiré buscándote, pero por favor...

No me dejes olvidarte.