[10]Un número

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¿Qué diablos soy? ¿Siquiera sigo siendo humano? ¿O es que ahora solo soy una masa abstracta de mascaras y números?

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¿Qué diablos soy? ¿Siquiera sigo siendo humano? ¿O es que ahora solo soy una masa abstracta de mascaras y números?

Cuando eres una persona que no tiene nada ofrecer al mundo solo tienes dos opciones. Mueres o te vuelves parte de la meritocracia. No soy bonito, ni talentoso y tampoco nací en una familia llena de dinero. Lo único notable en mi era mi altura y mis calificaciones.

Sin embargo este ultimo factor fue el que me abrió muchas puertas. Conseguí becas, gané concursos y con ello una reputación. Yo era aquel niño del salón que en el examen de matemáticas lograba sacar la calificación más alta. Sin embargo, llegar a tales números para mi requería de un gran esfuerzo. Nunca fui a fiestas, era una amiga desechable y no había espacio para la diversión en mi vida.

Yo era el niño que era amigo de los maestros, el que comía solo y lo único que sabían de el era que tenia calificaciones perfectas y gustos raros.

Se podría decir que yo soy un ejemplo de un "burnout kid". Llámame malagradecido si quieres pero hasta que no lo vives en carne propia no sabes como es este infierno al punto de no tener permitido siquiera expresar tus emociones.

En algún momento intenté morir pero vi que no funciono así que continúe y conocí amigos que me han hecho darme cuenta de los miles de talentos y cualidades que tengo fuera de mis calificaciones. Eso me hizo feliz.

Claramente eso no estaba en mi antigua rutina por lo que me dejé llevar y mis calificaciones comenzaron a bajar. No quiero que mi madre tome represalias contra mis amigos o mi novio sin embargo hasta ellos saben que esto no es lo mejor para nosotros.

Hoy me di cuenta y de la persona que menos lo esperaba que no soy más que mis calificaciones. No soy nada sin esos números, esos números a los que les debo mi beca, esos números a los que les debo mi carácter, esos números a los que les debo el estatus y orgullo de mi familia.

A este punto solo lloro mientras las lagrimas inundan mi interior y la tinta negra de mis ensayos y boletas me abrazan para consumirme y volverme un numero.

He de volver a enterrar los talentos que descubrí y renunciar a la felicidad que conocí para abrirme paso en el mundo.

Creo que debo terminar este escrito aquí. Tengo un proyecto de historia pendiente.

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