OL: Una tranvía llamada deseo. Parte 1.

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Stefan

Nueva Orleans, semanas después

Termino de ponerme las vendas en la herida de la espada que no para de sangrar antes de bajar de mi camioneta. Entro al bar y llego hasta la barra antes de sentarme.

Suspiro pesadamente cuando alguien desliza un trago hacia mí. Volteo y encuentro a Klaus a mi lado.

-Bienvenido a Nueva Orleans, viejo amigo. - dice mientras me sonríe.

-Klaus. - murmuro.

-Stefan Salvatore en la ciudad de la media luna. - dice. - Has venido a ver a Danielle sin avisar, eso debe ser algo bueno o malditamente malo.

-Solo vine a descansar y relajarme. - miento. - Siento decepcionarte. Entonces, ¿cómo está Elijah y, a quien hayas traído de entre los muertos?

-Conoces a los Mikaelson. No se aburren.

Mi teléfono comienza a sonar y veo que es Damon antes de ponerlo en silencio y guardarlo.

-Entonces de todos los bares, vienes al nuestro... - murmura. - Cuatro paredes invulnerables a la magia de los hechizos localizadores molestos. Que coincidencia, ¿no?

-Damon me está buscando, y no quiero que me encuentre. - digo. - Supongo que tú, de entre toda la gente, podrías entender mi drama familiar.

-Sylvia, este es un antiguo amigo. - llama a la mesera. - Por favor mantén su vaso hasta el tope.

-Lindo viejo amigo. - dice la chica. - ¿Dónde lo has estado escondiendo?

-En un lugar pintoresco llamado Mystic Falls. - le responde. - El hogar de unos incendios de minas que provocaron la evacuación de la ciudad. 

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Klaus

-¿Dónde estábamos? - le pregunto a Stefan cuando vuelve de su llamada. - Bebés succionadores, brujas herejes vampiro... Parece que te has divertido mucho desde la última vez que nuestros caminos se cruzaron.

-Necesito un favor. - suelta de golpe. - Damon se ha tropezado en un aprieto con un hombre lobo. Sé que es un dolor de cabeza, pero ¿hay alguna posibilidad en que estés dispuesto a darme un poco de sangre? Solo por si las cosas salen mal.

Lo miro fijamente antes de ver sangre salir de su pecho. Me muevo con rapidez para abrir su camisa y reconozco la marca. Tenso mi mandíbula antes de sentir la ira apoderarme.

-Eso es la marca de la Espada Fénix. - gruño.

-¿Has visto esto? - me pregunta antes de levantarse.

-Dime que no has sido tan imprudente como para enemistarte con Rayna Cruz. - murmuro.

-¿Por qué crees que estoy aquí, Klaus?

-Así que viniste a esconderte, a buscar refugio en mi ciudad, a disfrutar de mi hospitalidad donde duerme mi familia. - me acerco y lo tomo del cuello. - ¡Mientras tanto atraes a un feroz sabueso con tu olor!

-No puede encontrarme en este bar. - me asegura.

-Tal vez no bajo este techo, pero sabes que ella nació en New Orleans. Aterrorizó a la ciudad durante años. Mató a mis mejores hombres con su espada en la iglesia St. Anne. Te perseguirá hasta que tu paranoia y desesperación sobrepasen tu deseo de vivir. Aquí, en otro lado o en el infierno, te encontrará. - le aseguro. 

-Si sabes como huir de ella, dime que hacer, Klaus. - me pide. - No busque a tu esposa por ayuda porque no quiero ponerla en peligro.

-Te diré lo que no harás. - lo empujo. - No atraes a una cazadora a una ciudad llena de vampiros. No bebes mi bourbon mientras me mientes a la cara ¡Y no te atrevas a pedirme favores ni molestar a Danielle! Está claro, viejo amigo? Ahora vete de aquí.

Original Love: "Klaus Mikaelson" [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora