[ᴄʰᵃᵖᵗᵉʳ sᵉᵛᵉⁿᵗʸ-ᴛʰʳᵉᵉ]

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2010, Mystic Falls

2010, Mystic Falls

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Lo que podría considerarse suave y delicado, el zumbido del auto deportivo de Rebekah sonaba fuerte y detestable para los afinados sentidos de Astrid

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Lo que podría considerarse suave y delicado, el zumbido del auto deportivo de Rebekah sonaba fuerte y detestable para los afinados sentidos de Astrid. El motor rugía ruidosamente con cada movimiento, el aroma siempre vacío de la goma quemada le hacía cosquillas en la nariz cuando se inclinaba hacia delante.

El cinturón de seguridad que Rebekah le había hecho abrochar le oprimía el pecho de forma irritante por el repentino cambio.

Con sus dedos empezó a pulsar torpemente los diferentes botones del tablero, y sus ojos azules estaban pendientes de la situación. Rebekah, con las dos manos en el volante, no hizo ningún comentario mientras su mirada se dirigía brevemente a la rubia a su lado antes de volver a la carretera.

Astrid frunció las cejas mientras seguía girando varios diales, aparentemente sin darse cuenta de que el aire acondicionado entraba en funcionamiento y la ventanilla del pasajero se deslizaba hacia arriba y hacia abajo repetidamente.

Cuando una música extraña sonó abruptamente por los altavoces del auto, Astrid se recostó en el asiento de cuero con aire de triunfo.

La música, si es que podía considerarse como tal, no era precisamente del gusto de Astrid. Era alegre, con un tono inusual y casi tan molesto para los oídos como el sonido del motor del auto.

Mirando a Rebekah, que parecía estar a gusto al volante, Astrid levantó una ceja. No puedo entender de qué está cantando esta persona... ¿Cómo es que este siglo ha desarrollado un gusto tan extraño? Astrid resopló mientras intentaba dar sentido a la letra.

Lo creas o no, a Kol le gusta mucho esta canción... Me ha vuelto loca cantando. Rebekah resopló, sacudiendo la cabeza, encogiéndose visualmente al pensar en Kol Mikaelson cantando "poker face."

Levantando los labios con diversión, Astrid negó con la cabeza. Eso no me sorprende ni un poco, ya conoces a Kol, dar cuerda a la gente es su afición favorita.

Rebekah pareció detenerse ante una extraña señal, una luz roja que brillaba intensamente, haciendo que todos los autos junto al lustroso deportivo se detuvieran.

(Pausada) wιcĸed gaмe ━━ 𝐊 . 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍  [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora