(Pausada) wιcĸed gaмe ━━ 𝐊 . 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍 [ESPAÑOL]

[ ᶜᴴᴬᴾᵀᴱᴿ ˢᴱᵛᴱᴺ ]

999 DC.

- 漫 ~ * '¨¯¨' * · 舞

Habían pasado varios días desde el día de su boda, y se atrevía a decirlo, pero hasta ahora las cosas parecían ir bien entre ella y Niklaus.

Por supuesto que no se iban a enamorar de repente, pero Astrid pudo apreciar que él trataba de conocerla, y sólo parecía justo devolverle el gesto.

Parecía que tenían más en común de lo que habían supuesto. Niklaus tenía un gran interés por todas las cosas creativas, disfrutaba tallando esculturas de madera e incluso dibujando en las paredes de las cuevas.

Incluso le había mostrado las profundidades de las cuevas donde había dibujado los nombres de su familia. Había sido un bonito gesto dibujar el nombre de ella junto al de él también.

Niklaus también le había mostrado su talento con el arco y la flecha, dando en el blanco clavado en el árbol del medio.

La forma en que había sostenido el arco le pareció natural, no se había concentrado demasiado ya que su atención estaba en Astrid, y aún así se las arregló para golpear el centro.

ㅡNecesitas estirar tus piernas. ㅡEl aliento de Niklaus le hacía cosquillas en el cuello mientras sus manos la guiaban a la postura correcta.

De pie, con los pies finalmente separados a la altura de los hombros, el pesado arco se sintió tosco en el agarre de Astrid.

Niklaus le había dicho que un día le enseñaría a ser un tirador, y hoy parecía ser ese día.

Ella esperaba que el arco fuera más ligero, simplemente al sostenerlo le dolían los brazos, pero afortunadamente Niklaus era un profesor muy paciente.

Las manos se ajustan al agarre del arco.

ㅡRelaja un poco el agarre. ㅡÉl instruyó suavemente.

Una vez que su agarre fue lo más relajado posible, con sus nervios, Niklaus lo tiró.

ㅡMe impresiona que puedas sostenerlo en alto, con estos brazos. ㅡSe burló intencionadamente, recordando su primer encuentro, quizás canalizaría la determinación que había usado para llevar el montón de agua de vuelta a su casa.

Sus húmedas manos se relajaron al instante con la flecha del arco mientras levantaba una ceja retadora hacia su marido. ㅡPor favor, apenas pesa. ㅡAlardeó, haciendo reír a Niklaus.

A ella le gustaba ese sonido.

Sin responder, Niklaus colocó la flecha en posición y guió sus dedos para que la cuerda se colocara entre el pliegue de sus últimos dedos.