[ᴄʰᵃᵖᵗᵉʳ ᴛʰⁱʳᵗᵉᵉⁿ]

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Advertencia: Muerte implícita pero no detallada de un menor.

1000 D.C.

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Ella sintió la piel suave y cálida y flexible relajada bajo su toque poco masculino.

El torbellino de ira que se arremolinaba a su alrededor había ahogado cualquier pensamiento de caballerosidad, su rabia corriendo por sus venas.

Soltando un gemido fuerte, los dedos de Tatia corrieron por su pecho, sus labios firmemente y sin cesar pegados a su cuello.

En ese momento, Niklaus no pensó en los sollozos que había dejado a su esposa, no pensó en el niño no nacido que se encontraba cómodamente en su vientre, todo lo que podía pensar era en Kol y Astrid juntos. La traición que le habían echado encima.

Podrían tenerse el uno al otro, a él ya no le importaría. Tal vez su hermosa esposa no lo quería, pero Tatia sí, algo que expresó con entusiasmo arañando con sus uñas la piel de su pecho desnudo.

Ella lo quería, lo anhelaba, no a Kol su hermano inmaduro, sino a él.

Tal vez Tatia también deseaba a Elijah, pero Niklaus no se detuvo en el asunto, ya que era su nombre el que abandonaba sus labios al esconderse en las sombras hacia la parte de atrás de la sombría taberna.

Sus firmes manos continuaron su ataque de acariciar su cuerpo, ignorando los comentarios que le venían a la mente, comparando su físico con el de su esposa.

Sus caderas eran más pequeñas, sus dedos no se curvaban naturalmente alrededor del hueso de la cadera como lo hacían con los de Astrid.

La cintura de Tatia parecía más ancha, y aunque sus pechos se sentían más grandes a través de su vestido, ni siquiera eran tan perfectos como los de su esposa, los de Astrid eran más firmes y el conjunto perfecto.

Empujando los pensamientos de Astrid al fondo de su mente, Niklaus soltó un gruñido, sus dedos enroscándose en los rizos de Tatia, tirando dolorosamente de sus raíces, haciendo que ella jadease al encontrarse ferozmente con sus labios.

Lo único en lo que Astrid podía concentrarse era en el repentino dolor que hacía que sus sentidos se desbordaran, sus dedos agarrando con fuerza la bata ensangrentada mientras intentaba pensar en cualquier cosa menos en los interminables y espantosos escenarios que pasaban por su mente.

Con cada ráfaga de dolor, Astrid luchaba por contener sus gritos. ¿Sería esto? ¿Iba a perder a su bebé como los dos bebés que su madre había perdido después de Astrid?

(Pausada) wιcĸed gaмe ━━ 𝐊 . 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍  [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora