(Pausada) wιcĸed gaмe ━━ 𝐊 . 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍 [ESPAÑOL]

[ ᶜᴴᴬᴾᵀᴱᴿ ᶠᴵᵛᴱ ]

999 DC.

- 漫 ~ * '¨¯¨' * · 舞 

Trató de mantener su fachada en funcionamiento, mantuvo la cabeza en alto mientras se dirigía hacia Niklaus, su madre a su lado mientras todo el pueblo observaba.

Tragando saliva, Astrid luchó por encontrar la intensa mirada de su futuro esposo antes de que sus ojos se dirigieran al hombre que estaba a su lado.

De pie y orgulloso, Mikael Mikaelson parecía ser un hombre que exigía respeto, aunque no lo mereciera.

Su mirada era fría y alarmante cuando Niklaus se puso tenso al lado de su padre, antes de que el hombre diera un paso atrás para ponerse al lado de Esther.

Mientras seguía su camino, Sigrid le envió a su hija una sonrisa forzada, apretando su mano en lo que Astrid supuso que era un gesto reconfortante, antes de que se pusiera de pie junto a Esther y Mikael, permitiendo que el anciano de la aldea comenzara la ceremonia.

Tomándose un momento para mirar a la novia detenidamente, Niklaus no podía negar que Astrid se veía hermosa. Su pelo estaba rizado y sujeto con elaboradas trenzas, mientras que el vestido de marfil abrazaba su figura femenina.

Sin embargo, su belleza se veía opacada por sus ojos, el brillante color azul pavo real estaba cubierto de tristeza. Parecía que su novia quería esto tanto como él.

ㅡEstamos aquí a la vista de los dioses y los hombres para ser testigos de la unión de un hombre y una mujer. Una carne, un corazón, un alma, ahora y para siempre. ㅡEl anciano de la aldea anunció, con su voz fuerte y potente.

El silencio se apoderó de la multitud que observaba mientras el anciano de la aldea sacaba un trozo de cinta de su bolsillo.

Sin que se lo pidieran, Astrid colocó suavemente su mano sobre la de Niklaus, sus suaves dedos sobre los suyos mientras el anciano de la aldea comenzaba a enrollar la cinta alrededor de sus manos juntas.

Con ansiedad, la mirada de Astrid buscó a la multitud, parecía que todo el pueblo había venido a ver su unión.

Saltando entre las caras familiares del pueblo, los ojos de Astrid se posaron en Rebekah. Se veía encantadora, llevando un vestido rojo intenso mientras su pelo estaba trenzado hacia atrás.

Ella sostenía una amplia sonrisa, sus mejillas rojas por lo fuerte que sonreía mientras se acercaba a su hermano mayor Elijah para susurrarle al oído.

Sin embargo, antes de que la rubia pudiera pronunciar ninguna palabra a su hermano, la mirada de Esther la silenció mientras los labios de Rebeca se curvaban en una mueca obstinada.

La atención de Astrid fue rápidamente devuelta al anciano de la aldea cuando éste apretó la cinta.

ㅡQue se sepa que Niklaus Mikaelson y Astrid Ragnulf son un corazón, una carne, un alma. Maldito sea el que intente separarlos.ㅡ