1 - Noche de tormenta.

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Era de noche. Una tormenta se acercaba velozmente hacia el galeón Aurora. Por instantes, los relámpagos iluminaban el cielo encapotado y se podía ver claramente las amenazadoras nubes negras que eran arrastradas por el fuerte viento del sur. La muchacha, Josefina se llamaba, se hallaba en la cubierta del barco, mirando el cielo y las olas embravecidas, que arremetían fuertemente contra el viejo navío, haciendo saltar el agua y la espuma. La joven española disfrutaba de aquel único y fascinante espectáculo. Se dejaba bañar por la helada agua salada que saltaba por los aires al chocar contra el barco, se deleitaba al sentir el fuerte viento del sur que acariciaba su piel y revolvía sus largos y húmedos cabellos castaños. Siempre había visto al océano como algo inofensivo, casi como un amigo, aunque para el resto de su familia, el mar significaba peligro, soledad, enfermedad y muerte. Por eso, cuando su madre la encontró en la cubierta, danzando con el viento y bañándose con el agua de mar que le llovía encima, la tomó por un brazo y la arrastró hacia el dormitorio, donde sus hermanas aguardaban, nerviosas. Luego todo se oscureció.

A continuación, Josefina pudo oír truenos, cientos de truenos que retumbaban en la oscuridad y sacudían el barco y le infundían pánico. No sabía donde estaba su familia. Solo había oscuridad y truenos. Luego, sentía que caía en el agua fría y salada. Podía oír gritos, aunque no podía identificar quién los profería y de dónde venían. Sentía que las olas la arrastraban, la sumergían y luego la volvían a empujar hacia la superficie, alejándola de los gritos cada vez más. No entendía qué sucedía, deseaba estar con su madre y sus hermanas nuevamente, pero no podía. No sabía dónde estaban, ni siquiera sabía donde se encontraba ella, aunque era seguro que había caído al agua. Josefina comenzó a desesperarse, gritó incontables veces los nombres de sus padres y sus hermanas, pero nadie acudía en su ayuda. Las fuertes olas la arrastraban hacia quién sabe dónde, y la muchacha comenzó a debilitarse, le costaba mantenerse a flote. Ya estaba a punto se rendirse, cuando oyó su nombre en el viento. La primera vez creyó haberlo imaginado, pero cada vez lo oía con mayor claridad. Alguien gritaba su nombre, estaba segura. De pronto, no muy lejos de donde ella en se encontraba, vio a su padre, que gritaba a toda voz en medio del océano. El hombre se había sujetado a un tablón de madera, y ahora buscaba a su hija llamándola con toda la fuerza de sus pulmones. Josefina intentó nadar hacia él, pero estaba muy cansada, ya no podía mantenerse a flote. Su joven cuerpo, entumecido de frío, no resistió mas, y se hundió en las frías aguas del océano. La joven y hermosa muchacha española no podía creer lo que sucedía. El mar, a quien consideraba su amigo, la estaba matando. Lentamente, la arrastraba en medio de las frías aguas agitadas hacia la oscuridad del fondo del océano, hasta que de sus jóvenes y ahora pálidos labios salió una última burbuja de aire, que ascendió hacia la superficie y desapareció en el inmenso y tempestuoso cielo de enero.

Bueno, aquí está el primer capitulo de esta nueva historia. Espero les guste, muy pronto estaré subiendo mas! Y no olviden, voten y comenten, su opinión es lo más importante para mi!! Nos vemos pronto :)

Piratas, fantasmas y sirenas. (Josefina Moliner #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora