Capítulo 10: Libertad (Parte II)

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Nota: Este capítulo comienza en el momento que Hélène sale de la habitación

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Nota: Este capítulo comienza en el momento que Hélène sale de la habitación. Los hechos pasan conjuntamente con la perspectiva de Alejandro después de que él también saliera.

Disfrútenlo.


Hélène

Nunca había tocado un arma. Nunca había oído el sonido de un disparo. Nunca me he visto en la necesidad de correr por mi vida o mi libertad. Sin embargo, en el momento en que Alejandro puso en mis manos ese revólver, no dudé ni un segundo en lo que tenía que hacer.

El recuerdo de aquella trágica tarde hace quince años se me viene a la mente y, una vez más, me veo atormentada por los fantasmas del pasado. Ver con mis propios ojos al asesino de mis padres después de tanto tiempo, fue algo muy fuerte e impactante. Me sentí débil y asustada y ahora mismo me maldigo por ser tan estúpida y tan blanda.

Con el paso del tiempo me he prometido a mí misma ser fuerte y no dejarme intimidar por nadie porque nadie está por encima de mí. No obstante, últimamente he roto esa promesa siendo tan vulnerable ante la presencia de Ruggero y, hace minutos atrás, con Bruno Margaux. Saber que el hombre que ha sido el protagonista de todas mis pesadillas y desgracias, está en las mismas cuatro paredes que yo, me hace querer seguir el impulso descabellado de ir a por él y hacerlo pagar por todo lo que he pasado; mas sé que en estos momentos, me debo enfocar en salir de aquí y no desaprovechar esta oportunidad.

Lamentablemente se pospondrá mi venganza contra él, porque si de algo estoy segura es de que no voy a permitir que ese hombre me robe otra cosa más en mi vida, y es mi libertad.

Una vez fuera, estoy segura que le daré caza a como dé lugar y haré todo lo posible para que mi cara sea lo último que vean sus ojos antes de cerrarse para siempre. Así que el día de hoy, me limitaré a orarle a Dios para que no lo maten y me roben el placer de ser yo quien acabe con su miserable vida.

Mi mayor preocupación ahora mismo, es encontrar a mi mejor amiga para salir juntas de este infierno. Eso y evitar que nos maten, claro está.

Apenas cruzo la puerta de mi habitación, me impresiona lo que ven mis ojos. Peitho siempre se ha caracterizado por su indiscutible elegancia, en cambio ahora, parece que todo el trabajo de años se ha ido a la mierda cuando veo que las paredes están bañadas en sangre, llenas de agujeros y la estética del lugar quedó en el olvido. Las personas corren por sus vidas y una mezcla de gritos, sollozos y disparos, atormentan el oído de cualquiera.

No me cuesta admitir que este es el escenario que quise ver desde el momento en que pisé este purgatorio. Ruggero es un hijo de puta. Ya lo sabía pero el día de hoy me ha quedado más que claro y por eso me alegra tanto ver la putada que le están haciendo a su local y a su orgullo.

Con el arma en la mano y tratando de pasar desapercibida, logro llegar hasta el cuarto de Ingrid. No me preocupo por golpear la puerta, entro sin más y a diferencia de lo que me hubiese gustado encontrar, solo está un tipo oculto detrás de la cama que asoma la cabeza al oírme entrar.

INSACIABLES  [+21] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora