INSACIABLES [+21] ©

Capítulo 21: Tres, dos, uno... ¡BOOM!

Tipo de narrador: Omnisciente.

El reloj marcaba las once en punto de la noche cuando el helicóptero partió con rumbo a Alsacia. Un extraño silencio inundaba el viaje, y no se trataba de que fuese incómodo, sino que cada cual estaba sumido en sus pensamientos.

Primeramente estaba Matthew, quien de la nada, se había puesto a recordar la conversación que había tenido con su hermano hace dos días. Había sido algo a lo que no le había dado mucha importancia, pero el estar encerrado en el mismo lugar que Hélène, le había — inconscientemente— recordado dicha plática.

Alejandro siempre había sido un celópata posesivo de mierda, eso no era ninguna novedad; pero jamás se había enfrentado a su hermano de la forma en la que lo había hecho y menos por una mujer.

A Matthew cada vez le parecían más increíble los efectos que Hélène causaba a su alrededor; por alguna razón, tenía el poder de revolver todo sin ni siquiera esforzarse. Y lo decía por experiencia propia.

En el fondo encontraba un poco entendible la actitud de su hermano. En su lugar, pueda que hiciera lo mismo. ¿Quién iba a querer que su novia estuviese cerca de un drogadicto? Obviamente nadie. Aquel que está fuera lo primero que pensaría es en que incentivaría a la otra persona a meterse en ese mundo y aunque él no haría eso jamás, no es que tenga mucha credibilidad a los ojos de Alejandro. Nunca la ha tenido.

Y bueno, a decir verdad, Matthew pensó que eso era lo que menos le debería preocupar a su hermano. Últimamente estaban pasando cosas un poco raras en él.

Miró a Hélène quien estaba jugueteando con sus dedos, en silencio. De perfil se veía igual de atractiva, sinceramente dudaba que se pudiera ver mal en algún momento. Era tan perfecta físicamente que ni en sus peores fachas iba a lucir mal.

Y eso le preocupaba.

Tanta perfección era muy mal signo para él. Si bien nunca había negado que era guapa y que su hermano tenía una suerte enorme por estar con tal mujerón, habían otros tipos de pensamientos que no se podía permitir. Como por ejemplo, pensar en que podría haber pasado si en el club, no hubiera visto al capullo de Los colombianos. Ella estaba al punto de cometer un grave error y tal vez si no hubiese habido interrupción, las cosas se habrían dado distintas.

«¿Hubiera sido capaz de hacer "eso"?» Se preguntó.

No, claro que no. Primeramente porque estaba borracha y sería incapaz de haber cedido estando ella en ese estado; y segundo porque, obviamente, era su cuñada, la novia de su hermano. Jamás le haría algo así a Alejandro. Él no era esa clase de persona.

Sin embargo se sentía culpable por pensar con tantas ganas en lo que hubiera pasado si...

Dejó de mirarla y se dio una cachetada mental borrando cualquier tipo de estupidez que se le estuviera pasando por la mente.